• 04/07/2013 02:00

El arte de amargarse la vida

El libro del psiquiatra español Rafael Santandreu, El arte de amargarse la vida, influido por la terapia cognitiva, ayuda a detectar el ...

El libro del psiquiatra español Rafael Santandreu, El arte de amargarse la vida, influido por la terapia cognitiva, ayuda a detectar el enemigo... nos hacemos tanto daño a través de nuestra voz interna, principal causa de la tortura mental.

La terapia cognitiva, impulsada por Aarón Beck y Albert Ellis, afirma que cambiar es posible, cuesta un esfuerzo continuado para transformarnos en personas fuertes, emocionalmente estables. Podemos forjarnos una vida libre de miedo, abierta a la aventura plena de realizaciones con serenidad interior. Convertirse en alguien positivo es esencial para disfrutar la vida. Piensa bien, te sentirás mejor, evolucionemos nuestra manera de pensar, nuestro diálogo interno.

‘No nos afecta lo que nos sucede, sino lo nos decimos que sucede’. Los pensamientos, ideas, mi diálogo interno, mi interpretación del aban dono es lo que deprime, es el verdadero responsable, productor de las emociones. La peculiar forma de pensar, el diálogo que mantenemos con nosotros mismos es la fuente de nuestras inseguridades y malestar.

Los psicólogos cognitivos sostienen que el diálogo negativo está detrás de cada emoción negativa exagerada. Este pensamiento catastrófico de creencias irracionales, se caracterizan por ser falsas, inútiles, causan malestar emocional. Pensar exageradamente, anticipar situaciones negativas tremendistas no soluciona, sino que empeora los problemas. Cada situación merece una ponderación adecuada, realista para salir adelante, resolver la situación.

La negatividad nos puede meter en un mundo catastrófico horrible anticipando desastres que a veces nunca suceden nos amarga la vida, perdemos la salud física-mental. Reeduquémonos para lograr la felicidad, calma, serenidad. Nuestra creciente autoexigencia, estresa, vivimos una sociedad de consumo, opulenta. Bajemos el ritmo de nuestras exigencias, aceptemos nuestras limitaciones.

La principal distorsión cognitiva consiste en anticipar desgracias, creencias irracionales nos hacen sufrir. Nos pasamos evaluando los peores extremos, procuremos tener criterio positivo. Ser conscientes de la realidad del ser humano. Basta de dramatizar. Calificar de terribles todas las cosas negativas que nos suceden no es constructivo, conlleva un descalabro emocional, no resolvemos situaciones, las empeoramos. Muchas veces exageramos la relevancia de las adversidades, no son tan malas como imaginamos. Esto tiene consecuencias emocionales nocivas. Aprender a evaluar con realismo y objetividad nos hace tranquilos, más fuertes.

El origen del estrés es el temor a no ser capaz de estar a la altura las expectativas. Estamos llenos de exigencias sobre nosotros mismos y los demás nos abruman. La persona madura sabe que no necesita casi nada para ser feliz. La creación de necesidades artificiales produce malestar emocional.

Un ejemplo positivo es Stephen Hawking, cosmólogo, brillante autor de Breve historia del tiempo, vendió diez millones de copias, a pesar de padecer una enfermedad paralizante, esclerosis lateral amiotrófica, se mantiene activo y productivo. No debemos dejarnos vencer por la negatividad.

Perder el miedo a la soledad. Aprender a tener tolerancia a la frustración. Hay tanto que queremos y no podemos conseguir. Debemos superar el miedo al ridículo. Las necesidades inventadas son nocivas. Disfrutemos los deseos sin apegarnos a ellos.

Las creencias irracionales nos amargan la existencia, pensar que necesito tener alguien que me ame, si no voy a vivir amargada, es absurdo. Nos trazamos metas irrealizables. Existen ideas irracionales extendidas por influencia social, responsables del aumento de problemas emocionales y depresión.

El diálogo interior terrible destruye. Existen sentimientos exagerados, incorrectos.

Debemos procurar ser sanos, fuertes. Aprender a detectar lo que pensamos mal. Nuestra situación no tiene por qué impedirnos ser felices. Tenemos a nuestro alcance multitud de posibilidades para disfrutar la vida, si no perdemos el tiempo quejándonos. Revisamos los ámbitos de la vida en que podría desarrollarse, pese a la adversidad sufrida. No podemos hacernos más daño está prohibido quejarse.

Establecer una creencia racional que produce sosiego. Argumentos lógicos combatirán las creencias irracionales. Debemos perseverar. Visualizaciones racionales, profundizar en la espiritualidad, hacer buenos amigos, hacer arte, cuidar mente, cuerpo. Hacer lo que nos gusta.

Los seres enfermos de codicia, necesidades inventadas, necesitamos muy poco para estar bien. Busquemos la paz interior. Las recaídas son parte del aprendizaje.

PSICÓLOGA, ESCRITORA Y DOCENTE UNIVERSITARIA.

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