• 04/10/2009 02:00

El desprecio por los bienes patrimoniales

Algunos panameños aún no nos salimos de la sorpresa. Después del sufrimiento padecido durante el nefasto periodo gubernamental recién co...

Algunos panameños aún no nos salimos de la sorpresa. Después del sufrimiento padecido durante el nefasto periodo gubernamental recién concluido, signado por la venta incondicional e irregular de islas, costas y montañas, donde imperó el irrespeto por los bienes patrimoniales, ahora nos encontramos frente a un hecho de injustificable autoría, como lo es la continuación de las obras del PH Plaza Independencia, “pese al intento de la corregidora de San Felipe (de) suspender los trabajos, (porque) estos violan las normas de conservación en el Casco Antiguo? En reiteradas oportunidades, la Dirección Nacional de Patrimonio Histórico ha escrito a la Dirección de Obras y Construcciones Municipales para informarle que en el PH se han encontrado situaciones prohibidas por ley?” La Prensa , 18 de julio del 2009.

Desde antes del fallecimiento del pasado gobierno, la Dirección de Patrimonio Histórico, en cumplimiento con el sagrado deber de preservar la memoria cultural e histórica de la Nación, ordenó la suspensión de la obra, pero el entonces ingeniero municipal, Jaime Salas, en contubernio con los devastadores, ordenó la continuación de los trabajos, pese a ser violatorios de convenios internacionales.

Hoy, el hecho, suspendido temporalmente, vuelve a reanudarse, pues el “ nuevo ” ingeniero municipal, desconociendo normas y leyes, solo objeta algunas irregularidades que tienen que ver “ con unas salidas eléctricas y de plomería ” ( La Prensa , 18 de julio 2009).

Ignora acaso el nuevo ingeniero municipal que las normas que sustentan la determinación de la Dirección de Patrimonio Histórico derivan de la Ley 14 de 1882, preservadora de los bienes patrimoniales o existen razones de fuerza, y no es la fuerza de la razón la que determina la imposición del PH Plaza Independencia?

Si lo anterior ocurre por desconocimiento, no se exime de responsabilidad a quienes frente a la Administración Pública tienen el deber de ilustrarse, asesorándose con los especialistas idóneos y experimentados de la Dirección de Bienes patrimoniales. Si la violación de la norma es consciente, tememos que la pauta en el transitar administrativo no difiera mucho de lo dejado atrás, por lo menos en esta situación.

Preservar los bienes patrimoniales y culturales constituye uno de los imperativos categóricos de toda nación, que se precie de serlo, a sabiendas de que la memoria histórica y cultural de un país es el cemento que lo cohesiona, le da personalidad e identidad social; de allí que nutra a sus asociados con los valores culturales heredados generacionalmente; en consecuencia la preservación de los bienes y monumentos históricos, está fuera de toda discusión o arbitrariedad, como lo debe estar el planeado empalme de la Cinta Costera con El Casco Viejo y la contaminación visual (gigantesco plasma) propuesto por la Alcaldía en dicha “ Cinta ”.

*Docente universitaria.esusana56@yahoo.com

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