• 17/06/2009 02:00

Carradine

Bill no se lo esperaba. Había hecho gala del manejo de la katana (sable japonés) con su mejor alumna, ex novia y ahora enemiga, Beatriz ...

Bill no se lo esperaba. Había hecho gala del manejo de la katana (sable japonés) con su mejor alumna, ex novia y ahora enemiga, Beatriz Kiddo, pero en un descuido, ella le puso la punta de los dedos sobre el pecho y le aplicó la técnica de cinco puntos, aprendida del maestro Pai Mai. Bill supo lo que sucedería y ella se lo explicó. En unos segundos se empezó a desvanecer, producto de un masivo sangrado y cerró los ojos.

David Carradine, quien protagonizó a Bill en la cinta Kill Bill de Quentin Tarantino, murió en una forma extraña e irónica y no como en el enfrentamiento con el personaje de Kiddo (Uma Thurman) en la segunda parte de la serie fílmica, sino ahorcado en el closet de un hotel en Bangkok, mientras actuaba en otro filme. Dos muertes, una ficticia y otra real, pero ambas en extremo paradójicas y crueles.

Carradine (1935-2009) fue el mayor de cuatro hermanos (Bruce, Keith, Robert) casi todos actores, porque lo llevaban en la sangre por su padre John, quizás conocido desde su encarnación de vampiro en varias cintas, entre ellas La mansión de Drácula , pero que fue la figura principal en un conjunto de cintas del oeste o de papeles oscuros.

Carradine, el padre, además tuvo la oportunidad de protagonizar películas de directores como Otto Preminger, John Ford, Fritz Lang, Michael Curtis, Nicholas Ray, Cecil B. De Mille, Woody Allen, Martin Scorsese, Don Siegel, Elia Kazan o incluso Francis Ford Coppola. En algún momento, su hijo David se benefició de la fama paterna para integrar el elenco de varias producciones.

Desde 1964 David inició una carrera de actuación y alcanzó su fama con el papel del maestro y monje del Shaolin Kwai Chang Caine en la serie de televisión Kung Fu , que le encasilló en papeles como exponente de las artes marciales hasta en su última película A prueba de hombres , aquí fue un desalmado maestro de estas disciplinas orientales.

David Carradine no fue un actor de gran capacidad escénica; sin embargo su prolífica trayectoria le llevó a dirigir capítulos de la secuela de Kung Fu para televisión; dirigió también tres cintas You and me (1972), Mata Hari (1978), y Americana (1981).

Además escribió un libro, Espíritu del Shaolin, y al final de su vida se interesó por la filosofía oriental, las hierbas y los ejercicios.

La filmografía de este carismático actor no fue tan amplia como la de su padre, tampoco pudiera decirse que alcanzó mayor capacidad interpretativa que él; solo la cantidad de directores y cintas lo demuestra, pero fue mucho más conocido que su progenitor, a causa del éxito de la serie de televisión que supo utilizar su rostro de ojos de rasgos asiáticos.

El trabajo protagónico de David Carradine fue cíclico y quizás la invitación para actuar en el filme de Tarantino, le trajo la intensa actividad que desplegaba en los últimos años, luego de áridos momentos en su carrera.

Carradine quizás pase a la historia por el clásico papel del monje Shaolin con una flauta y un típico traje de cuero poco curtido y sus frases relacionadas con maestros que le orientaron en la serie y en algunas experiencias de su vida adulta.

-El autor es periodista, escritor y docente universitario.modestun@yahoo.es

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