- 29/09/2008 02:00
Los maletines de Chávez explotan
Cuando el venezolano-norteamericano Guido A. Antonini Wilson fue descubierto en agosto de 2007 en la Aduana del aeropuerto de Buenos Aires con un maletín repleto con $800 mil americanos, nunca pensó la clase de bombas que explotarían después.
La juez que hizo la incautación no sabría que el dinero de la valija era parte del apoyo que el presidente Chávez daba a la campaña de Cristina Fernández, proveniente de un avión de Petróleos de Venezuela, donde viajaba Claudio Uberti, mano derecha del ex presidente Néstor Kirchner y encargado de los proyectos de su país con Venezuela y varios ejecutivos de la petrolera venezolana.
Durante el juicio que se lleva a cabo contra Antonini en Miami, donde su condición de cantante ha deslumbrado al mundo y tiene temblando a allegados de Chávez y encolerizada a Cristiana Fernández, han salido muchas cosas a relucir, particularmente una que a la presidenta argentina no le ha gustado para nada: el famoso avión tenía de pasajera a Victoria Carolina Bereziuk, modelo de 29 años —el año pasado— quien era la amante de su marido; ahora se descubre que ese matrimonio fue “preservado” por razones políticas.
Pero Antonini, además de revelar esas intimidades de Palacio, ha dicho que no era un maletín, sino dos. El de 800 mil, incautado y otro, que logró atravesar Aduanas: tenía 4.2 millones, por lo que “esa” donación bolivariana a la campaña oficialista argentina ascendió a 5 millones. Cooperando con la fiscalía gringa, Antonini grabó 200 entrevistas con los venezolanos que le ofrecían dinero para que guardara secretos. En una de ellas, de los que llaman “boliburgueses” —bolivarianos burgueses— Franklin Durán, íntimo del ministro de Finanzas de Chávez, Tomás Nóbrega, habría invertido en documentos oficiales 500 mil para ganarse 100 millones: “por eso soy rico”, llegó a decir. Otro, Rafael Ernesto Reiter, mano derecha del ministro de Energía y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, fue uno de los gestores de la donación a Fernández. Moisés Maiónica, otro de los que coopera con la fiscalía en Miami y que de seguro no regresará a Caracas, ha implicado en los “turbios negocios” a Jorge Rodríguez, el psiquiatra, anterior vicepresidente de Chávez.
En un país como Panamá, donde los diputados y los ministros no pasan por Aduanas, porque salen directamente por el Salón Diplomático, no se necesita de ningún Antonini para traer donaciones bolivarianas de Caracas. ¿Cuántos maletines más le habrán llevado a Cristina, que al cabo de un año se descubre un segundo, que con el primero totalizaban $5 millones? ¿Cuántos le habrán dado a los candidatos de Chávez en Perú, en México, en Nicaragua, en Colombia? Cuando dice Balbina que no recibieron ni un céntimo de sus amigos bolivarianos, ¿creen ustedes que les podemos creer?