• 26/06/2014 02:00

El enigma de China

Esta alucinante obra de ficción narra la evolución de China, las costumbres, comidas y poemas legendarios que reflejan la sociedad actual

Nueva novela del escritor Qiu Xiaolong ambientada en Shangai. Escrita poéticamente. Denuncia la corrupción de la élite político económica china. Presenta los altos mandos del Partido Comunista y los servicios de inteligencia. Ostenta una cultura de la muerte, donde quien ponga en peligro el sistema debe ser eliminado. Denuncia una megalópolis entregada a la especulación inmobiliaria como fuente inagotable de ingresos millonarios a políticos que recalifican y venden terrenos públicos. Junto a constructores privados levantan rascacielos y urbanizaciones de lujo con acceso al dinero fácil. La reforma inmobiliaria es una trampa o componenda, que beneficia a los funcionarios prominentes del partido gubernamental. Inflando la economía, acusa la corrupción en China, donde los ricos se vuelven más opulentos, las clases medias aspiran a las migajas del poder. La pobreza se extiende, cayendo en la marginación y desamparo.

Esta alucinante obra de ficción narra la evolución de China, las costumbres, comidas y poemas legendarios que reflejan la sociedad actual. La vida íntima de políticos vinculados a contratos millonarios con empresas multinacionales y el peso de las redes sociales en la vida pública. Ofrece una radiografía sociopolítica del socialismo chino desde la perspectiva del autor. Abundan el oportunismo, las injusticias, el servilismo y la traición. Encontramos contratos amañados, sobreprecios, una creciente inflación, el excesivo aumento de los impuestos inmobiliarios. La población sufre el alto costo de vida, comidas alteradas químicamente forman parte de la canasta básica.

El inspector Chen Cao, director del departamento de policía de Shangai, es un renombrado poeta. Asiste a un congreso de escritores, donde encuentra a una periodista, con quien mantendrá una relación platónica. La sociedad se encuentra en una bancarrota total, moral, ética e ideológica. El partido único controla los medios. Asesinan al director del Comité para el Desarrollo Urbanístico, luego de haberle secuestrado, haciendo creer que es un suicidio. Primero lo desprestigian ante las redes sociales, porque iba a denunciar la corrupción del sistema. Abundan los símbolos de estatus, carros lujosos europeos, relojes suizos, cigarrillos y tabacos costosos. Los poderosos tienen concubinas, costosas casas de campo. Televisores gigantescos, abundan en esta época de gran vacío espiritual.

El inspector descubre una serie de acontecimientos que aclara muchos misterios. La corrupción y la injusticia se extiende por todas partes. Lo que le sucedió al funcionario Zhou, director del Comité de Shangai, fue un desprestigio orquestado minuciosamente. Tomaron una foto suya en un evento donde aparece sentado en una mesa con un paquete de cigarrillos muy exclusivos de alto costo y la reenviaron a las redes sociales por todo el país. Esto fue objeto de críticas y de una investigación colectiva. Zhou fue perseguido, secuestrado y torturado. Enjuiciado por un grupo de miembros del partido y asesinado en el exclusivo hotel Villa Moller.

Simularon un suicidio, mediante su detención temporal, no apareció ningún indicio ni prueba de que su muerte hubiese sido producto de que el se hubiera quitado la vida por su propia mano. Su amante desapareció. Durante la investigación, muere atropellado el asistente del inspector Chen, cuando estaba descubriendo el móvil del asesinato. La pequeña secretaria o querida, le contó al inspector que a su parecer Zhou iba a declarar en contra de la gran corrupción en que estaban involucrados miembros prominentes del Gobierno, razón por la cual fue ajusticiado.

Tenía todas las evidencias grabadas en un microchip que descubrió el inspector Chen en su residencia. Pruebas irrefutables de la podredumbre en que se encuentra el partido comunista. Y que Chen, gracias a la ayuda de la periodista, hace llegar clandestinamente a los ciudadanos de la Red de los medios cibernéticos. No es justo que solo hayan castigado a Zhou, cuando en realidad la situación indica que todos están conectados. Según una creencia popular budista, al cumplirse cien años de nacimiento los difuntos pasan a otra vida.

Recomendamos la lectura de esta interesante novela.

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