• 18/06/2025 00:00

Ciudad de las Artes: 10 de marzo de 2025

Día memorable para la educación en Panamá y en especial para la enseñanza artística. Ese día, estudiantes del Centro de Artes Diversificadas, plantel educativo del Ministerio de Cultura (antes INAC) dedicado a la iniciación de jóvenes de nivel medio en el estudio y en la práctica artística, comenzaron a hacer uso de la nueva Ciudad de las Artes (CDLA) como su escuela, lo que puede implicar un avance significativo en la enseñanza pública de las artes en el país. El magnífico edificio o conjunto de edificios y sus diversos espacios son una invitación a la creatividad y a la reflexión artística y hasta filosófica. Hasta el año pasado, y por muchos años, ese centro escolar tuvo su sede en el área de Corozal, en un edificio de madera que representaba un peligro para la vida de todo aquel que osase ingresar en esa trampa de muerte.

La inauguración de las clases en la CDLA significa que la enseñanza pública de las artes puede ocupar un sitial de honor en la enseñanza en general y que no será más la “cenicienta” en relación con otros emprendimientos de escuelas privadas en el ramo artístico.

Ese día, 10 de marzo de 2025, fue el primer día de clases, en donde en un acto protocolar presidido por la actual ministra de Cultura, María Eugenia Herrera, se dio por inaugurado el periodo escolar 2025, siendo que esta misma artista impulsó en el 2013, en el entonces INAC, ese proyecto arquitectónico y le tocó ahora a ella misma en su calidad de ministra traer esa muchachada a su nuevo hogar.

Serán los docentes, los instructores, directivos y hasta personal de mantenimiento y aseo los agentes de cambio que promuevan el pensar al “revés”, entendiendo ese “al revés” como una forma de promover la creatividad, la originalidad de cada pensamiento y acción del estudiante de arte.

El arte en todas sus manifestaciones (el verdadero arte) siempre navegará en contramano de todo lo establecido por los seguidores del becerro de oro, contrario a la domesticación del rebaño de usuarios autómatas de las últimas tecnologías. Y es ahí en donde las enseñanzas de esas artes creativas deben promover las condiciones para la plena expresión de los estudiantes de arte y es a eso a que nos referimos de pensar “al revés”.

Tal vez el presente escrito sea, sin querer serlo, un llamado al cuerpo docente para que dé lo mejor de sí innovando con la muchachada estudiantil para que, en primer lugar, cuide esas novísimas y modernas instalaciones conocidas como CDLA, ya que puede constituirse en un puntal en el desarrollo artístico y sobre todo humano de la juventud panameña y de la propia sociedad en general.

Otro factor que hay que iniciar e impulsar con fuerza total en este nuevo contexto educativo es la relación y el trabajo conjunto entre todas las escuelas que hacen vida en la CDLA, porque no solo son los estudiantes de secundaria presentes en estas nuevas instalaciones, también está la Escuela Nacional de Artes Plásticas, la Escuela de Danzas, la Escuela de Música (antiguo Conservatorio), la Escuela de Teatro y la novísima Escuela de Diseño (no olvidar la inteligencia artificial). Basta del divorcio y distanciamiento crónico entre las escuelas de arte. Se trabaja con la misma materia prima que es el arte, pero se comportan como si todavía estuviésemos en locales distantes y ruinosos y esa ha sido la tónica a lo largo de muchos años: el aislacionismo.

No será solo el complejo arquitectónico denominado Ciudad de las Artes que hará florecer un arte integral y creativo (cuestionador), serán, eso sí, sus usuarios los encargados de ello, y para eso es necesario un cambio de mentalidad de esos usuarios acorde con los nuevos tiempos y con las nuevas instalaciones. ¿Por qué no se llevan a los chicos y chicas del bachillerato en arte (así se denominan a los estudiantes de secundaria) a presenciar una clase didáctica de coreografía clásica o moderna? ¿O a los de música a ver un ensayo al vivo de una obra teatral? ¿O a los de pintura o diseño ver diversos tipos de danza folklóricas de nuestras campiñas? Todo lo tenemos en el mismo lugar, solo hay que atreverse.

*El autor es docente de la escuela de teatro
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