• 20/08/2019 02:01

Ciudad de Panamá: los ciudadanos, los protagonistas en estos cinco siglos de historia

Estos dos acontecimientos importantes tienen su génesis en un acontecimiento que se da en territorio panameño en septiembre de 1513

El año 1519 marcó un cambio en la historia de la humanidad, dos grandes acontecimientos transformarán la geopolítica y el comercio mundial de aquella época, dando inició a un acercamiento de los pueblos y de las culturas con el conocimiento de los mares y acortar las distancias en las comunicaciones que para muchos expertos es el inicio de lo que hoy llamamos globalización. La fundación de nuestra ciudad de Panamá y el inicio del primer viaje de circunnavegación alrededor de la Tierra, viaje que inicia el 10 de agosto, partiendo desde Sevilla y dirigida por el portugués Fernando de Magallanes y concluida 8 de septiembre de 1522 por el español Juan Sebastián Elcano.

Estos dos acontecimientos importantes tienen su génesis en un acontecimiento que se da en territorio panameño en septiembre de 1513, el avistamiento del Mar del Sur, por el primer europeo, Vasco Núñez de Balboa, océano que posteriormente es bautizado por el propio Fernando de Magallanes como mar Pacífico, ya que en su travesía observó un mar de aguas tranquilas, sin tempestades durante su navegación para lograr el primer viaje de circunnavegación en la Tierra.

La fundación de la ciudad de Panamá marca el destino del Istmo de Panamá como la ruta más corta del continente americano para el tránsito de mercaderías, lo cual los españoles denominarán como Camino de Cruces y el Camino Real, rutas que darán paso a que desde hace cinco siglos se sueñe con la opción de unir los dos mares a través de un canal interoceánico, realidad que los panameños vivimos desde su fundación en 1914.

Nuestra Señora de la Asunción de Panamá, como se bautizó a la primera población establecida por los españoles en el continente americano, será una metrópoli de gran importancia para el Imperio español, muchos la consideraban tan importante como Sevilla y como Cádiz, a tal punto que se le concedió el título de Muy Noble y Leal Ciudad de Panamá, y se le concedió un escudo de armas, el cual es el símbolo de nuestro Distrito Capital. Estas características harán que las grandes potencias tengan la atracción y la codicia de tener posesión sobre esta tierra; de esta manera el 28 de enero de 1671, la primera ciudad que situada en lo que hoy llamamos ‘Panamá La Vieja, es atacada y destruida por el corsario inglés Henry Morgan.

Este hecho histórico, en mi opinión, es el primer reto de los habitantes de este territorio, a quienes en el mundo comienzan a llamar ‘panameños'. Y es que los hombres y mujeres que vivían en esta ciudad vencieron los terrores del enemigo, con arrojo, valentía, determinación; bajo el liderazgo de Antonio Fernández de Córdoba, refundan nuestra ciudad en el sitio del Ancón, el 21 de enero de 1673, una gran prueba en el surgir de la Nación panameña.

Los panameños fuimos construyendo, como los romanos en su época, una Ciudad-Estado, desde Panamá la Nación panameña, a lo interno es el punto de partida de la fundación de otras poblaciones como Natá de los Caballeros, entre muchas otras, lo cual va generando el flujo migratorio de la campiña al centro urbano.

Las ciudades son el punto de encuentro donde convergen los ciudadanos, donde se estrechan las relaciones sociales, económicas, políticas y culturales. De esta manera, en la segunda década del siglo XIX, influenciados por las corrientes liberales y por el sueño de una Patria grande, las tierras istmeñas rompen sus lazos de tres siglos con España; pero es en la ciudad de Panamá, posterior al movimiento libertario de La Villa de Los Santos, donde nuestra independencia, a través de la institución del Cabildo, donde nuestros próceres sellan la primera decisión política de la Nación panameña, para posteriormente adherirnos al sueño de Bolívar de una Gran Colombia.

La grandeza de una ciudad está en su historia, sus plazas, sus monumentos, su arquitectura, su cultura, su gastronomía, pero detrás de cada una de estas actividades están los hombres y mujeres que día a día construyen una sociedad, una población que, con costumbres y afinidades, constituyen una Nación.

En el caso de nuestra ciudad, es de una baja densidad de población, si hacemos la comparación con otras ciudades hermanas; lo cual en el pasado era una debilidad para la defensa de nuestras tierras, pero, a lo largo de la configuración de nuestra urbe, nuestros ciudadanos han destacado con patriotismo, dejando en alto desde épocas remotas nuestra nacionalidad panameña. Somos una tierra de hombres valientes, combativos, como Tomás Herrera, visionarios como Justo Arosemena, estadistas como Belisario Porras, tierra de poetas como Ricardo Miró, de grandes deportistas como Roberto Durán, de artistas como Rubén Blades, entre muchos, en fin, nos hemos destacado en todas las competencias del quehacer humano.

El siglo XX demuestra que la ciudad de Panamá siempre ha sido la urbe más importante en la historia del Istmo de Panamá, aquí nace la República en 1903, y escenario de hechos trágicos que fortalecen nuestra identidad y dignidad como el Incidente de la Tajada, la Batalla en el Puente de Calidonia, la Gesta del 9 de Enero, son acontecimientos que profundizan la honra y la grandeza de ser panameños.

Nuestra posición geográfica, el calor humano y nuestra hospitalidad son algunas de las características de los ciudadanos panameños, no en vano muchas personalidades del mundo nos han visitado quedando deslumbrados por esta histórica ciudad.

Llegar a cinco siglos de la fundación de la ciudad de Panamá es un acontecimiento que pocos hemos vivido, un privilegio que concede la Divina Providencia, lo cual nos invita a tener el deber y el compromiso de seguir la trayectoria de aquellos hombres y mujeres que, con su trabajo, esfuerzo y dedicación, han construido nuestra encantadora ciudad.

El recorrido de cinco siglos demuestra que los panameños somos un pueblo valiente, audaz, capaces de alcanzar y conseguir grandes victorias; que nos hemos caído y nos hemos levantado, somos ciudadanos creyentes de las ideas de libertad, que luchamos por vivir en democracia, principio y legado que nos corresponde de transmitir las próximas generaciones.

Tenemos que reforzar el desarrollo urbanístico, con un ordenamiento territorial, mejorar la recolección de los desechos, promover con mayor interés el reciclaje, mirar los problemas del saneamiento, el uso de energía renovable, el aprovechamiento del recurso hídrico, que tengamos una ciudad más amigable; sin olvidarnos de los problemas que nos genera el cambio climático, problemática que no discrimina nada ni a nadie y que ya presenta signos visibles en el archipiélago de la Comarca de Guna Yala.

Hoy, 500 años después, todavía persisten retos en el distrito de Panamá, no solo desde la mirada de las instituciones políticas, económicas y sociales; además, es importante conservar nuestros monumentos y sitios históricos, seguir indagando sobre hechos históricos poco conocidos, profundizar en el significado de la nacionalidad panameña, pero en especial aprender a valorar nuestra identidad.

Felicidades, Panamá.

ABOGADO

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