Liderazgo en el ‘Nuevo Colón'

Colón vive una nueva etapa, una visión renovadora que busca, según sus proponentes, potenciar el modelo de economía que lo ha caracterizado por décadas. Es un modelo que viene afrontando dificultades, como es el caso de la zona libre, y cuya crisis no es ajena a las medidas que se toman en los mercados internacionales. La mirada del gobierno está puesta sobre los servicios y el turismo, y hacia estas actividades hay que preparar a los colaboradores.

Ahora bien, hay dos factores que son esenciales para el éxito de cualquier iniciativa emprendedora. Por una parte, tener disponibilidad de personal y que éste esté debidamente capacitado; esto es, con dominio de las funciones propias de la actividad a desempeñar. En segundo lugar, que haya real liderazgo en la dirección de las actividades emprendidas de manera que se garantice el funcionamiento exitoso de toda la relación laboral.

En otra parte hemos abordado ese tema, llamando la atención de lo perentorio que resulta ser la capacitación del recurso humano si es que queremos crear un nuevo molde que facilite la expansión de la actividades de la economía regional. Pero no sólo con el objetivo de favorecer la productividad. Además de favorecer la dinámica productiva, lo que es correcto, hay también que fundar una nueva cultura que sea entusiasta por las cosas que se hacen, que valore con consciencia los resultados del desempeño personal y social.

En el marco de esa preocupación habría que reconocer, como buenas y atinadas, las acciones emprendida por la Fundación Calicanto. Esta, a través del programa CAPTA, estará al frente de la capacitación de 300 mujeres colonenses para los servicios y el Turismo. Esto es parte de la alianza público-privada con la Secretaria Ejecutiva de Colón Puerto Libre. A esta iniciativa se suman los cursos que, con igual orientación, están siendo planificados con el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano, para la mano de obra masculina.

Es una vía consecuente con la política de inversión social donde la capacitación del personal no sólo debe enfocarse desde y para las herramientas propias de las tareas laborales (de hecho muy importantes), sino que considere también los asuntos conductuales, como las motivaciones y visión de vida del personal. Este asunto pareciera estar cubierto en el programa Capta, según lo señalado por uno de sus ejecutivos, al incluirse en dichas capacitaciones las ‘habilidades blandas' como son la autoestima, perseverancia, persistencia, responsabilidades.

Reconociendo que en efecto se están pasos importantes en la tarea de renovar a Colón, habría que decir que estos programas de capacitación van a exigir de sostenibilidad, ya que es precisamente a través de estos programas que se sedimentará la formación del personal en aquellas actividades que se conciben como fundamentales para el desarrollo futuro de Colón. Pero que además han de construir el liderazgo personal y colectivo como condición básica para que, en mayúscula, hablemos del NUEVO COLÓN.

DOCENTE UNIVERSITARIA.