• 10/02/2022 00:00

Comentarios a la pregunta de Rubén

“[…] debe contarse con un liderazgo robusto de ciudadanos con desempeño profesional transparente, de honestidad y probidad en su vida privada, para los cargos […]”

¿Estará el electorado nacional dispuesto a rechazar en el 2024 la venenosa oferta del clientelismo partidista y elegir a un candidato(a) independiente y a una Asamblea formada por independientes, para crear un nuevo paradigma administrativo y con él, al Panamá que puede ser?

Esa es mi pregunta al país.

Para dar respuesta a la pregunta formulada por Rubén, estimo necesario reiterar lo siguiente:

Es cierto, que nuestra Nación tiene muy alto grado de deterioro de principios y valores, producto de la corrupción, falta de transparencia, rendición de cuentas y distorsión de las normativas sobre la administración pública provenientes, principalmente, de los órganos Ejecutivo y Legislativo, y aupado por el Judicial.

Lo planteado por Rubén, y lo que expreso aquí en forma resumida, es hartamente sentido, vivido y manifestado en público y privado por la mayoría de la población, principalmente por la juventud votante en la próxima elección, indignados por el constante “¿qué hay pa' mí?” y “robó, pero hizo”; lo cual no ocurre con los miembros de los partidos mayoritarios y los que pululan alrededor de ellos, que se benefician del clientelismo político, practicado por lo actuales partidos políticos.

Por lo antes indicado, estimo que la población votante, mayoritariamente, SÍ QUIERE, y está en disposición de elegir a un candidato(a) independiente para presidente y vicepresidente, y una Asamblea Nacional, alcaldes, representantes de corregimientos y concejales, que sean ciudadanos probos, para crear un nuevo paradigma administrativo y electoral.

Ante lo ya indicado, la forma de zafarnos de la corrupción, manipulación y tergiversación de las normas administrativas y electorales provenientes de los órganos Ejecutivo y Legislativo es mediante la mayor participación y elección de candidatos independientes, de ciudadanos probos y transparentes en su vida privada, desvinculados de la corrupción, para que sean elegidos popularmente a todos los cargos, desde presidente, vicepresidente, diputados, alcaldes, representantes de corregimientos y concejales, e incluso debe incluirse a los gobernadores.

Para ello, el Tribunal Electoral debe revisar y eliminar los requisitos que impidan y/o dilaten las postulaciones para candidatos independientes, lo cual se debe concretar antes de las elecciones del 2024.

Asimismo, que se revisen y eliminen la reglamentación del voto plancha y la forma de contar los votos obtenidos por cada candidato en las alianzas de partidos políticos y que únicamente se cuente un voto para cada cargo.

Que se revisen las últimas reformas electorales realizadas y que se corrijan las que fueron enredadas por la actual Asamblea. También hay que revisar las funciones y facultades de Junta Nacional de Escrutinios, a fin de que no se manipulen los resultados y donde el Tribunal Electoral tenga mayor beligerancia.

Que todos los ciudadanos, con fundamento en el artículo 2 de la Constitución Nacional, que establece que “El Poder Público solo emana del pueblo”, exijamos al Tribunal Electoral que proceda con lo conducente para cumplir con la voluntad popular, sobre lo aquí indicado.

Para que ocurran los cambios que la Nación necesita con urgencia, se requiere del concurso de los ciudadanos en general, así como de los gremios profesionales, empresariales, sindicales, industriales, campesinos y originarios que queremos un Mejor País.

Para que ello se materialice, debe contarse con un liderazgo robusto de ciudadanos con desempeño profesional transparente, de honestidad y probidad en su vida privada, para los cargos desde presidente y vicepresidente, diputados, alcaldes, representantes de corregimientos, concejales y gobernadores, y una vez elegidos, que se aboquen a reorganizar la administración pública, mediante una constituyente o cualesquiera que sean las formas para realizar los cambios que la República requiera.

En consecuencia, es imperativo combatir la corrupción, la falta de rendición de cuentas y de transparencia en el manejo de la administración pública y bienes de todos los panameños mediante la reorganización o reingeniería de la Nación, para beneficio de todos los ciudadanos de Panamá.

Finalmente, es oportuno comentar que es un hecho cierto que Rubén goza de liderazgo nacional e internacional; por lo tanto, puede entusiasmar, aglutinar y sumar a ciudadanos en general, así como a gremios profesionales, empresariales, sindicales, industriales, campesinos y originarios para combatir el deterioro de principios y valores, producto de la corrupción, falta de transparencia, rendición de cuentas y distorsión de las normativas sobre la administración pública y electoral; para ello, deberá dedicarse 100 % a ser servidor público de la República, si es elegido presidente, así como el equipo que se comprometa a hacer los cambios que se requieran, ya sea mediante una constituyente o cualesquiera que sean las formas para realizar reorganización o reingeniería de la Nación.

Abogado, ciudadano, docente superior.
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