• 12/08/2023 00:00

Consecuencias de la batalla del puente de Calidonia

“[...] el 31 de julio, Albán le concede a Porras la posibilidad de viajar al extranjero, y Nicaragua fue su destino, desde donde planificaría, junto a otros liberales exiliados, la segunda campaña en el marco de la Guerra de los Mil Días por liberar a Panamá”

El artículo titulado 123 años de la batalla del puente de Calidonia, dio a conocer los hechos en forma general, para tener una dimensión de lo ocurrido en esta fatal batalla.

Sin embargo, hay particularidades dignas de análisis; por mencionar, la duda sustancial de por qué el general Emiliano Herrera, jefe de operaciones militares, con vasta experiencia, decidió ejecutar el ataque a sabiendas de que había un grave riesgo de perder tantas vidas y que no era de hecho parte del plan original diseñado por los liberales.

Es oportuno mencionar que existía una evidente rivalidad por el mando militar y civil que ocupaba el panameño Dr. Belisario Porras, designado por el Partido Liberal, Herrera era colombiano; o el hecho de que el general Herrera recibió la visita del cónsul estadounidense en Perry's Hill para pedir que no se afectara a la ciudad. Y es que si se cumplía el plan original de Porras habrían afectaciones, sobre todo al valioso ferrocarril. La interpretación americana del Tratado Mallarino-Bidlack sobre el intervencionismo para garantizar la neutralidad del istmo y el libre tránsito (artículo 35) es probable que haya sido mencionado en esas conversaciones en Perry's Hill, muy probable.

Otras dudas razonables surgen después de esta visita. ¿Por qué Herrera, si era su deseo vencer, no aprovechó la victoria del combate en Corozal y persiguió a los conservadores para tomarse la ciudad sin resistencia? Pero sí decidió arriesgar la vida de jóvenes soldados mal armados, ya que tenían pocos fusiles, muchos machetes y palos. Esas reuniones debieron inquietarlo, sin duda. ¿Habrá vendido la derrota? No lo sabremos.

Estas mismas exigencias de evitar que la ciudad fuera afectada, fueron hechas por los cónsules de Francia, Inglaterra y Estados Unidos al general Carlos Albán, líder militar y civil de los conservadores; motivo por el cual Albán decidió interrumpir el avance liberal en Corozal, siendo derrotado. Esta derrota movió a autoridades gubernamentales y otros hacia Taboga, para evitar los riesgos de una inminente batalla por la ciudad. Además, el Ejército Conservador no estaba tan seguro de su victoria, que tenía como plan b algunas embarcaciones listas para huir. Una opinión personal es que la falta de coordinación entre Herrera y Porras para este ataque fue determinante para su derrota, ambos con una cuota de orgullo nefasto para el nivel a donde habían llegado, e irresponsable, al poner en peligro tantas vidas, aunque así sean las guerras.

Belisario Porras, partió de Farfán a las 1000 pm del 24 de julio, llegando prácticamente al amanecer del 25 de julio a Boca La Caja, encontrándose con noticias de la derrota, mientras se dirigía a Perry's Hill seguía encontrando cadáveres y heridos por doquier. Siguen dándose algunos hostigamientos esporádicos hasta la tarde; Porras recibió a mediadores del cuerpo consular, quienes lo instaban a detenerse y simultáneamente se conocía de la llegada del refuerzo conservador, unos 1250 hombres llegaron a Colón, al mando del general Campo Serrano, serían trasladados en el ferrocarril hasta la ciudad. A las 700 pm los conservadores recuperan la iglesia de san Miguel y sellan por completo su victoria.

El 25 de julio, Herrera escribió al cónsul inglés, Claude Mallet, para solicitar los servicios de “la ambulancia de la fragata de guerra surta en esta bahía”, a fin de “atender a los numerosos heridos” de su ejército. Bajo el emblema de la Cruz Roja, los marineros del Leander, encabezados por el cónsul Mallet, protagonizaron en Panamá la primera acción humanitaria inspirada por aquel movimiento internacional. Los muertos fueron enterrados en una fosa común en el cementerio de Amador.

Herrera y otros altos oficiales parten en el Gaitán, mismo barco en que llegó Porras, hacia el sur. El 26 de julio, Carlos A. Mendoza, autorizado desde el día anterior por Herrera (este se había ido de la ciudad), y el general Carlos Albán, firman el armisticio y la entrega de todas las armas liberales. Las represalias, persecuciones y demás consecuencias lógicas de la guerra se dan, algunos más son encarcelado.

Finalmente, el 31 de julio, Albán le concede a Porras la posibilidad de viajar al extranjero, y Nicaragua fue su destino, desde donde planificaría, junto a otros liberales exiliados, la segunda campaña en el marco de la Guerra de los Mil Días por liberar a Panamá. Que a la postre fue la principal consecuencia para Colombia de esta horrible guerra, la separación de nuestro istmo y el inicio de la vida republicana. El ilustre doctor Belisario Porras Barahona, nacido en Las Tablas, fue tres veces presidente de Panamá, fue además abogado, militar, periodista, escritor, poeta, profesor, diplomático y político. Se le conoce como el arquitecto de la nación y su vocación de la nacionalidad es inspiradora.

Especialista en seguridad y derechos humanos.
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