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- 29/03/2015 01:00
Sobre la corrupción
Según Transparencia Internacional y los últimos casos de enjuiciamiento a altos funcionarios, la República de Panamá presenta un índice preocupante de corrupción, pero ¿a qué se debe tal vulnerabilidad hacia ésta latente enfermedad social?
En Panamá son recurrentes el llamado de atención y las críticas diarias sobre las forma corrupta como se manejan los círculos de poder, son recurrentes las soluciones a este mal en todas las promesas de los gobernantes de turno y de los que aspiran, es frecuente en los medios de comunicación y la misma ciudadanía, que no se cansa de señalar la sucia corruptela que ocurre en Panamá. Pero, ¿hasta qué punto conocemos la corrupción y no somos cómplices de la misma?
Para poder comprender esta incómoda y cómplice situación, es preciso conocer las condiciones básicas y fundamentales de la aparición y difusión de la corrupción en nuestro sistema político, y estas son: La creación de una reserva comunitaria, pública, que debe distribuirse acorde a las necesidades de los miembros de una comunidad, asimismo la delegación del poder de distribución o la designación de una persona o grupos de personas, a quienes la comunidad elije o acepta, ya sea voluntariamente o por imposición, para que ‘distribuyan’ los bienes de la comunidad, y por último, la aparición de un sistema de distribución de intercambio y fluidez de los bienes.
Luego de tener estas tres condiciones propicias para el desarrollo, crecimiento y permanencia de la corrupción, es fundamental conocer las principales formas de corrupción, que son: La corrupción funcionarial, cuya práctica se da abierta o disimulada por parte de los funcionarios, los cuales reciben de manera cotidiana ingresos ilícitos de las personas que acuden a trámites o asuntos oficiales; luego tenemos, la corrupción comercial, que es cuando los empresarios y hombres de negocios inician la corrupción comprando a los funcionarios o al mismo poder político y/o partidos para obtener condiciones ventajosas; y, por último, la corrupción política (Partidos) que se da mediante la compras de votos, sobornos, contratos, ofrendas y diversas formas para alcanzar una ventajosa posición frente a otros.
Como tal, dichas condiciones son formas intercambiables entre sí, para la viabilidad de la propagación de la corrupción y a su vez un signo inequívoco de la desintegración política del país. Tal parece que Panamá y su enfermo sistema ‘Democrático’ presentan perfectamente las condiciones para la permanencia de la corrupción, en donde gran parte de los ciudadanos apuestan cada cinco años, como si se tratara de un juego de azar, por sus candidatos favoritos, y así lograr un nombramiento y/o plataformas favorables para sus conveniencias económicas.
Pero no por esto debe ser una vía fácil para la adopción de la misma ni mucho menos un enlace frecuente de complicidad entre los ‘beneficiarios’. Debe, al contrario, revelar las condiciones previas y las causas de la corrupción, para que de esta manera se conozca, se elaboren organismos económicos y políticos, estructurados entre sí, de tal forma que se hagan imposible e innecesaria la corrupción. ¿Un sueño?... Tal vez.
MIEMBRO DE ADS (AMANTES DE SOFÍA).