La ciudad nipona de Hiroshima pidió a la comunidad internacional que alcance un consenso para poner fin a las armas nucleares, en el día en el que se cumple...
- 30/10/2020 00:00
La COVID-19 no ha afectado la burocracia estatal
Recientemente, el Ministerio de Salud manifestó que hay más de 129 000 casos de COVID-19. Las pruebas diarias están casi llegando a las 7000, por lo que, dentro de pocos meses, se llegará a la meta de 10 000 pruebas al día que se ha trazado el presidente Cortizo.
En Panamá, se ha ido, poco a poco, abriendo los comercios y el país está volviendo a la normalidad. Afortunadamente, los casos de contagios y fallecimientos por causa de la COVID-19 están disminuyendo. No se han producido, gracias a Dios, rebrotes como en otros países.
La Contraloría General de la República dice, en un informe muy interesante, que, hasta julio, la planilla estatal ascendía a más de 235 000 funcionarios, los cuales recibían un sueldo de 372 millones de dólares.
La Asamblea Nacional (AN), en estos siete meses del presente año, de acuerdo con el informe de la Contraloría, gastó en salarios 45.9 millones de dólares. El informe agrega que hasta junio el número de nombramientos ascendió a 5610 empleados. ¿Puede pensar alguien que esos miles de empleados pueden caber todos en un edificio en la AN, si realmente estuvieran todos trabajando?
Sería muy oportuno que la Contraloría diera un informe comparativo del aumento de la deuda pública, analizando el aumento que se viene realizando en cada período presidencial. Así como las planillas en las distintas entidades del Estado y principalmente en la AN, que ha sido tan cuestionada por la ciudadanía.
Hasta la fecha, en los análisis de las encuestadoras de crédito, especialmente Moody's, han mantenido a Panamá con buen crédito. Pero tenemos que cuidar mucho nuestro “grado de inversión” que nos permite atraer algunas inversiones que sin ellas sería más dificultoso mantenerlo. Sin embargo, la deuda creciente de Panamá y la alta planilla del Estado y de la AN nos obligan a tener mucha prudencia.
No hay un criterio del ahorro y la realidad es que, tanto en el Gobierno como en la Asamblea, no realizan que estamos atravesando por una grave crisis y que debemos actuar consecuentemente.
Confío en que la economía comenzará a ir desarrollándose y ya puedan observarse algunos signos positivos, a pesar de los nubarrones negros que se ciernen sobre el país (altísima planilla estatal y elevados costos de la AN), el año 2021 será mucho mejor que el 2020. Habrá más trabajo y, por consiguiente, menos exigencias al Gobierno.
Hace algunos meses el presidente Cortizo anunció que él, sus ministros y altos funcionarios de su administración, se iban a recortar el salario y los gastos de representación, voluntariamente. El proyecto no se hizo realidad por razones que desconozco.
La idea original era muy Buena, porque demostraba una voluntad muy positiva, se contradice con la ley de aumento de salario que fue estipulada y pactada entre el Gobierno y la AN. Ojalá esta medida quede sin efecto y se proceda con la política inicial del Gobierno, sería un buen ejemplo que se daría a la ciudadanía que está esperando que las autoridades vayan señalando el rumbo que indique una mentalidad realista de la situación por la que atravesamos.