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Han transcurrido ocho años desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la República de Panamá y la República Popular China. En la numerología asiática, en especial en la cultura china, el número ocho es considerado extremamente afortunado y simboliza prosperidad, riqueza y éxito. Se debe a que su pronunciación suena similar a la palabra “hacer fortuna” o “prosperidad”.
En la primera presidencia de Donald Trump, la embajadora Xu Xueyuan fue desde el 2018, en la Embajada de la República Popular China, ministra responsable de asuntos subnacionales, asuntos del Congreso y relaciones con China con otros países, además de consejera de asuntos políticos entre 2011 y 2015, hasta su designación como embajadora en la República de Panamá en marzo de 2024,
En la astrología china, 2025 corresponde a la serpiente de madera, asociada a la sabiduría, la inteligencia y la astucia. Según sus características, es el símbolo de renovación y transformación al poder mudar su piel, permitiendo añadir una capa de crecimiento, flexibilidad y adaptabilidad.
Por ello, ambos países deben revaluar, revisar, reestructurar y transformar para buscar respuestas y corregir las fallas. Según dicen, es un buen año para festejar con las artes y perseguir la belleza que trae la cultura, al igual que la ciencia y la tecnología para hacer contribuciones notables.
Con el regreso de Trump a la presidencia, la relación entre Panamá y China está en un situación sensitiva y reservada, que se hace compleja con el coloso del norte que trata de restablecer su hegemonía en la región.
Washington, a partir de ese instante, inicios del 2025, se ha quejado de la injerencia china en Panamá, creando un clima de confusión y desasosiego que ha provocado daños colaterales, como la cancelación acuerdo económico de la iniciativa “La Franja y la Ruta” que impulsa China.
En el Mirador de las Américas, a un costado del puente de las Américas, se ubica el monumento a la presencia china en Panamá. Es la celebración del encuentro de dos culturas, que desde hace 171 años denota el ahínco por el trabajo, la dedicación y la energía para edificar, contribuir, y trabajar con la sociedad panameña, así como aparece en el escudo nacional de Panamá, “Pro Mundi Beneficio”, a favor del mundo.
Las relaciones bilaterales de ambos deben fortalecerse con acuerdos y conexiones directas, incluye el comercio, defensa, cooperación científica y cultural, que conllevan a la participación de relaciones multilaterales en organismos internacionales.
Panamá para el periodo 2025-2026 es miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, mientras que China es miembro permanente de dicho organismo, donde ambos buscan contribuir activamente al mantenimiento de la paz y la seguridad internacional.
Recordemos que la relación de dos países se basa en equilibrio y entendimiento, para salir de la incertidumbre, donde el respeto mutuo es importante, para que la relación sea fructífera y duradera.