Decadencia de los noticieros televisivos

La idea de extender a dos horas y más los noticieros estelares de algunas televisoras de la localidad, no ha sido la más adecuada. Lo que se ha logrado es una degeneración del producto informativo que se ofrece a la teleaudiencia.

El esfuerzo que hace el equipo técnico y periodístico para inflar la información es admirable. Recurren a decenas de recursos y ardides propios de la profesión para cumplir con el tiempo asignado. Es tanta la repetición de un tema o evento que en casa nos preguntamos hasta cuándo se hablará de lo mismo.

Cuando los presentadores y reporteros se ponen la camiseta roja, prepárese. Es el preámbulo de algún juego de la Selección Nacional de Fútbol. Serán tres días consecutivos de información relacionada al evento; es decir, según ellos, el país gira alrededor del desenlace de un partido de fútbol.

Y si se inaugura algún local comercial de expendio de comida en la Cinta Costera, la ocasión puede motivar que los medios trasladen su punto de transmisión a ese lugar, para informarnos por espacio de varios días sobre la ‘relevancia' del acontecimiento.

Se olvidan del país y de los problemas nacionales. Ignoran que el periodismo tiene como fundamento satisfacer la necesidad humana, de saber qué pasa en nuestra localidad, país o en el mundo.

Es obvio que no existe una categorización y valorización de la información. Por eso, el conflicto es el factor periodístico que más se difunde, en donde la exaltación de los hechos de sangre y la exageración de cualquier acción conflictiva ocupan un lugar cimero en las emisiones diarias.

Notas y despachos directos para informarnos sobre el avistamiento de un mono en un árbol, la mujer que le corta la cara a su esposo por piropear a un homosexual, la pérdida de una paila de arroz con pollo en una fiesta de cumpleaños y, lo más sorprendente e inaudito, huecos que envían tuits, son algunos de los contenidos que nos presenta la televisión panameña.

Ante el bombardeo constante de noticias triviales, llegamos a la conclusión de que estamos ante un periodismo sedante, en vez de un periodismo que debe actuar como estimulante del cambio social.

Por suerte, hay opciones como la prensa escrita y los cibermedios que le brindan la oportunidad a la población de escoger la información que desea leer...

PERIODISTA Y DOCENTE.