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- 10/10/2023 00:00
La educación técnica nacional y su calvario
La educación técnica es considerada de gran importancia tanto a nivel nacional como internacional. A nivel nacional, la educación técnica suele ser valorada por su contribución a la formación de habilidades específicas que son relevantes para la fuerza laboral del país. Proporciona a los estudiantes conocimientos prácticos y capacidades técnicas que pueden aplicar directamente en el mundo laboral, lo que fomenta el crecimiento económico.
Entre los fines de la educación técnica están la adquisición de habilidades prácticas; se centra en enseñar a los estudiantes habilidades concretas y aplicables en el mundo real. Los estudiantes aprenden cómo realizar tareas específicas y adquieren competencias técnicas que los preparan para el trabajo en su campo de estudio. Otro de los principales fines de la educación técnica es preparar a los estudiantes para ingresar al mercado laboral con las habilidades y conocimientos necesarios. Esto les proporciona una ventaja al buscar empleo o iniciar sus propios negocios.
Se recomienda que el tiempo que se dedica al estudio de una especialidad técnica sea del 60 al 70% de actividades prácticas. Esto permite a los estudiantes aplicar lo que han aprendido en un entorno real. Las clases teóricas deben ser del 30 al 40%, estas clases proporcionan la base conceptual y teórica necesaria para comprender los principios detrás de las prácticas. La teoría respalda y enriquece las habilidades prácticas. En entidades de enseñanza de cursos prácticos como el Inadeh la proporción es 80% práctico y 20% teórico.
Lo anteriormente descrito es como debe ser una educación técnica responsable y respetuosa de las expectativas de aprendizaje de los estudiantes y sus padres, enfocada en la enseñanza práctica de la especialidad de estudios, la triste realidad que eso es un sueño, un ideal, una utopía.
Todas las escuelas del país tienen que presentar su anteproyecto de presupuesto anual al FECE para tramitar los fondos que se le asignarán por cantidad de estudiantes matriculados, observando un modelo de este documento se aprecia que en el desglose de “objeto de gasto”, no existe un solo renglón que implique asignaciones para la adquisición de material didáctico para los talleres, para las diferentes especialidades de estudio.
La planificación es esencial en un centro educativo, se deben considerar sus metas a corto, mediano y largo plazo, además desarrollar un plan estratégico para la adquisición y renovación de materiales y equipos a lo largo de varios años. Qué realidad vivimos en nuestros talleres: talleres y laboratorios carentes de materiales y equipo, talleres sin iluminación adecuada, sin protecciones contra sobrecargas o cortocircuitos; con agua en áreas de trabajo que es un peligroso conductor de electricidad. Lo anterior es el día a día de estudiantes y docentes en escuelas técnicas.
Veamos algunas consideraciones generales que sirvan para determinar cuánto se debe destinar a los talleres: cantidad de especialidades, cantidad de estudiantes, tamaño del centro educativo, edad de la infraestructura y del equipo actual, visita de los amigos de lo ajeno, alto costo de los materiales.
Propongo se invierta el 35% de las asignaciones del FECE a los centros educativos técnicos, para los diferentes talleres y se pueda utilizar para la compra del material didáctico necesario. Actualmente, no existe un porcentaje, un renglón específico de aportes a los talleres, peor aún, iniciamos el tercer trimestre y algunos talleres todavía no reciben fondos para adquirir el necesario material didáctico para realizar clases prácticas de diferentes especialidades.