• 26/12/2025 13:10

EE.UU. declara el regreso de la Doctrina Monroe

Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, ha anunciado formalmente la “revivificación” de la Doctrina Monroe en su nueva Estrategia de Seguridad Nacional 2025. El documento presenta la política como una prioridad central de la política exterior estadounidense, afirmando que el hemisferio occidental es la principal área de interés estratégico de Washington.

La Estrategia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos de América (National Security Strategy of the United States of America EE.UU. declara el regreso de la Doctrina Monroe. Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, ha anunciado formalmente la “revivificación” de la Doctrina Monroe en su nueva Estrategia de Seguridad Nacional 2025. El documento presenta la política como una prioridad central de la política exterior estadounidense, afirmando que el hemisferio occidental es la principal área de interés estratégico de Washington.

La Estrategia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos de América (National Security Strategy of the United States of America) publicada por la Casa Blanca el pasado viernes 5 de diciembre, en el capítulo IV, numeral 3 y acápite A, señala lo siguiente:

“Hemisferio Occidental: El Corolario Trump a la Doctrina Monroe:

Tras años de abandono, Estados Unidos reafirmará y aplicará la Doctrina Monroe para restaurar la preeminencia estadounidense en el Hemisferio Occidental y proteger nuestro territorio nacional y nuestro acceso a geografías clave en toda la región. Negaremos a competidores no hemisféricos la capacidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, o de poseer o controlar activos estratégicamente vitales, en nuestro Hemisferio.

Este “Corolario Trump” a la Doctrina Monroe es una restauración sensata y contundente del poder y las prioridades estadounidenses, en consonancia con los intereses de seguridad estadounidenses. “Nuestros objetivos para el Hemisferio Occidental se pueden resumir en “Reclutar y Expandir”.

Reclutaremos a aliados consolidados en el Hemisferio para controlar la migración, detener el flujo de drogas y fortalecer la estabilidad y la seguridad en tierra y mar. Nos expandiremos cultivando y fortaleciendo nuevossocios, al tiempo que reforzamos el atractivo de nuestra propia nación como socio económico y de seguridad predilecto del hemisferio”.

Este enfoque ha sido denominado por medios como la “Doctrina Monroe” o el “Corolario Trump a la Doctrina Monroe”: una reinterpretación moderna centrada en seguridad, competencia con China y control geopolítico de la región.

La Doctrina Monroe, que en el siglo XIX proclamó “América para los americanos”, estableció a Estados Unidos como la potencia dominante en Latinoamérica y sentó las bases para una era de intervencionismo en la región, sigue vigente.

La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de EE.UU., declara específicamente el regreso de estos principios “para restaurar la preeminencia estadounidense en el hemisferio occidental”. “Este Corolario Trump de la Doctrina Monroe es una restauración sensata y contundente del poder y las prioridades estadounidenses”.

A lo largo del siglo XX, la doctrina fue reinterpretada, por ejemplo, con el Corolario Roosevelt para justificar intervenciones en la región. La Doctrina Monroe original fue proclamada en 1823 por el presidente James Monroe y establecía que las potencias europeas no debían interferir en los asuntos del hemisferio occidental. No fue un tratado ni ley internacional, sino una política de Estado estadounidense que marcó la relación entre EE. UU. y América Latina.

¿Qué dice la nueva estrategia de EE. UU.?

• Reafirma la Doctrina Monroe como pilar de la política hemisférica;

• Introduce un “Corolario Trump” que amplía la doctrina tradicional para incluir temas modernos como migración, narcotráfico y la influencia de potencias competidoras (China, Rusia, Irán).

El texto reconoce que la influencia de China y otros países será difícil de revertir, dadas las alineaciones políticas entre ciertos gobiernos latinoamericanos y ciertos actores extranjeros. Sin embargo, señala que, en la mayoría de los casos, la relación entre estos países y las potencias rivales estadounidenses no es ideológica, sino meramente comercial, impulsada por los bajos costos y la escasa regulación. Entre otras medidas, el documento argumenta que Washington debería utilizar la influencia estadounidense en finanzas y tecnología para inducir a los países a rechazar dicha asistencia.

El texto argumenta que los intereses de EE.UU. están en juego si países no hemisféricos obtienen influencia económica o militar en Latinoamérica, y propone:

• Incrementar la presencia militar estadounidense en la región.• Controlar rutas de migración y narcotráfico.

• Limitar la presencia de potencias rivales en puertos e infraestructura estratégica.“Negaremos a competidores no hemisféricos la capacidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, o de poseer o controlar activos estratégicamente vitales, en nuestro hemisferio”, afirma el documento.

La extensa sección dedicada a América Latina concluye: “Estados Unidos también debe resistir y revertir medidas como los impuestos selectivos, la regulación injusta y la expropiación que perjudican a las empresas estadounidenses. Los términos de nuestros acuerdos, especialmente con los países que más dependen de nosotros y, por lo tanto, sobre los que tenemos mayor influencia, deben ser contratos de proveedor único para nuestras empresas. Al mismo tiempo, debemos hacertodo lo posible para expulsar a las empresas extranjeras que construyen infraestructura en la región”.

¿Cuáles han sido las reacciones y contexto internacional?

• Desde dentro de EE.UU.: El secretario de Defensa afirmó que la doctrina está “más fuerte que nunca” y que el Hemisferio Occidental es ahora la principal prioridad estratégica.

• Desde Europa: La estrategia ha generado rechazo en líderes europeos por su tono confrontacional y retórica nacionalista, también por incluir otros temas globales fuera del hemisferio.

• Desde Rusia: El Kremlin, curiosamente, dijo que varios aspectos de la nueva estrategia coinciden con su visión geopolítica, aunque la aprobación rusa es matizada y hay cautela pública.

• Desde América Latina: Gobiernos y analistas latinoamericanos ven la medida como una reafirmación del “patio trasero” de EE.UU., con críticas por intervencionismo y amenazas directas a la soberanía regional. Algunos países, como Cuba, han denunciado acciones concretas, por ejemplo, el apresamiento de un petrolero venezolano como parte de ese nuevo enfoque.

¿Qué significa realmente?

• No es una ley formal ni un tratado internacional: es una estrategia política y de seguridad de EE.UU. que usa el nombre histórico de la Doctrina Monroe para justificar una mayor implicación directa militar, económica y política, en América Latina y el Caribe.

• Para muchos expertos, la doctrina nunca desapareció por completo en la práctica, pero ahora se declara explícitamente como guía estratégica.

• El énfasis en migración, narcotráfico y competencia con China y Rusia también marca una reinterpretación moderna del concepto tradicional.

El documento afirma que se recompensará a gobiernos, partidos políticos y movimientos “ampliamente alineados” con los “principios y la estrategia” de Estados Unidos, aunque no menciona a ninguno de los posibles beneficiarios.

“Pero no debemos pasar por alto a los gobiernocon perspectivas diferentes, con quienes, no obstante, compartimos intereses y que desean colaborar con nosotros”, añade.

El documento exige fortalecer la presencia de la Armada y la Guardia Costera para reforzar la vigilancia contra la inmigración irregular y el narcotráfico, así como para establecer o ampliar el acceso a lugares estratégicamente importantes. También menciona despliegues selectivos, incluyendo, cuando sea necesario, el uso de fuerza letal.

Este aumento del poder militar se combinará con la “diplomacia comercial”, en la que Estados Unidos trabajará con socios regionales para identificar recursos estratégicos, una posible referencia a materias primas como tierras raras o minerales críticos, cuya adquisición se ha convertido en una importante prioridad para Washington, reforzar las cadenas de suministro y fortalecer las economías locales para que compren más productos estadounidenses y se conviertan en un “mercado cada vez más atractivo para el comercio y la inversión estadounidenses”.

La implementación de la nueva Estrategia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos de América, para el Hemisferio Occidental, puede representar una gran oportunidad para Panamá en materia de seguridad, comercial y económica, potenciando la inversión extranjera directa, el hub logístico, el nearshoring y el establecimiento de nuevas sedes regionales de empresas multinacionales estadounidenses en el istmo.

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