Así se vivió el emotivo funeral del papa Francisco. El evento reunió a mas de 200.000 personas en la Plaza San Pedro, con la presencia de 130 delegaciones...
La frase “El Estado soy yo” se le atribuye a Luis XIV, rey de Francia. Hace referencia a que el rey y el Estado son lo mismo. En el contexto de la monarquía absoluta, esta frase refleja la idea de que el rey tiene el poder absoluto y que no está sujeto a ninguna ley o institución que no sea él mismo. Esta frase popularizó la idea de la monarquía absoluta, se convirtió en un reflejo de la forma en que Luis XIV gobernó, centralizando el poder en sus manos y presentándolo como un derecho divino.
En nuestros días la frase “el Estado soy yo” es la expresión más pura de la concepción autocrática de la vida política. En el caso de Panamá, la acción del Gobierno refleja esta concepción “el Gobierno manda, se equivoca y vuelve a mandar”.
En estos 10 meses de Mulino administrando el quehacer público, el resultado es una profunda crisis económica y social, donde el prometido “chen-chen” no llega al pueblo, pero sí a sus corruptos funcionarios, embajadores, cónsules y asesores, a los bancos, a los empresarios allegados a él, a los diputados que se venden aprobándole todo en la Asamblea y a los magistrados de la CSJ que ahora ganan 14 mil dólares mensuales.
Lo que estamos viviendo es la profundización del fracaso del modelo económico rentista, extractivista y vende patria que ocasionó los estallidos sociales de 2022 y 2023, pero cuyo debate fue ignorado dentro del pasado proceso electoral por los sectores que lo controlaron, cayendo nuevamente en el clientelismo y en las propuestas huecas, sin contenido y no programáticas de vendedores de humo.
El pueblo panameño ya sabe que no puede confiar en Gobiernos vende patrias y políticos corruptos al servicio del poder económico y ha decidido optar por la huelga nacional indefinida para defender a la Patria y hacer valer el legado de nuestros héroes y mártires, para proteger las conquistas y derechos del pueblo, vulnerados por el autoritarismo de quien ha asumido como guía la frase el “Estado soy yo”.
Esta huelga indefinida representa el hastío hacia un Gobierno que insulta y difama al más bajo nivel y de manera soez a los panameños dignos que luchan, que ha impuesto la presencia militar de soldados yanquis y nuevas bases militares, además de cederle a Trump todos sus caprichos en materia de Canal, puertos y política migratoria. Un Gobierno que amenaza y reprime, que ha militarizado al país para sofocar cualquier tipo de protesta popular y crea un Estado policiaco ni siquiera comparable con los peores años de Noriega.
La huelga nacional indefinida es la expresión clara de la lucha en defensa de la soberanía, la democracia, el Estado de derecho y la justicia social. Es por ello por lo que va en crecimiento al nivel nacional.
Reiteramos que la única salida a la crisis es una asamblea constituyente originaria con plenos poderes para lograr las urgentes transformaciones que requiere la sociedad, para construir un país verdaderamente soberano, una democracia real, que nos permita vivir en paz y armonía con la naturaleza.
Este 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, exigimos respeto a los derechos laborales y a los convenios internacionales sobre libertad sindical de la OIT suscritos por el Estado panameño que hacen parte del bloque de la constitucionalidad; exigimos la reapertura de las cuentas bancarias cerradas arbitraria e ilegalmente al Suntracs y la entrega de los fondos del 5 % del Seguro Educativo que por ley le pertenecen a los sindicatos, centrales sindicales y gremios; luchamos por el pleno respeto a lo pactado entre empresarios y trabajadores y los convenios colectivos de trabajo firmados. Denunciamos la injerencia de la policía en conflictos laborales y condenamos el papel del Ministerio de Trabajo de convertirse en juez y parte.
La resistencia popular se hace sentir para enfrentar la política criminal y represiva del gobierno de Mulino.