• 11/04/2009 02:00

Los foros y Panamá

Las cumbres y foros se citan para intentar darle solución a las crisis que ellos mismos han causando con sus políticas económicas, su li...

Las cumbres y foros se citan para intentar darle solución a las crisis que ellos mismos han causando con sus políticas económicas, su libertinaje financiero, su crecimiento acelerado y su competencia salvaje. Los G—20, la OTAN, FMI, pero también el Foro Social Mundial (Belem), la Cumbre Progresista. Los beneficios de la tecnología, la genética y el petróleo, crearon inmensos fondos bancarios, que prestaron en condiciones especulativas anárquicas, y que provocaron la crisis de insolvencia.

Ya no se podían recuperar los préstamos con esos intereses. A los países le ocurre igual. Resultado: embargos, quiebras, desempleo, privatizaciones de servicios sociales. El G—20 pide regulaciones, no bonificaciones, apoyo monetario estatal a la banca. El FSM receta: nacionalizar la banca, dar estabilidad laboral, eliminar las guerras, desarrollo social, democratizar los medios de comunicación social (www.fsm2009amazonia.org.br). El mundo tiene sus macro problemas climáticos, financieros y bélicos y no se ponen de acuerdo por las ansias de poder y dinero revelando una crisis estructural de ambiciones que violan la ética y la paz.

En Panamá estamos viviendo los mismo hace rato. Los capitales hacen negocios: producción, comercio, aranceles, impuestos, especulaciones, estafas. A veces es difícil determinar cuándo termina una y comienza la otra. Pero el asunto se complica cuando algunos políticos se ponen envidiosos de esas ganancia que se hacen con concesiones, contratos, licitaciones, permisos, etc. Sabiendo que están aprovechándose de nuestra posición geográfica, de nuestra naturaleza y de la capacidad laboral de nuestros trabajadores; entonces quieren su parte del botín: comisiones, coimas, bonos, participación, o cualquier otra forma de corrupción. Si bien es cierto que los empresarios deben contribuir al bien social, el beneficiado debe ser el Estado, que seamos todos.

Hay que cambiar el despilfarro y la demagogia por la honestidad y la eficacia. Que las acciones sean para superar a Panamá y a su pueblo con efectivas medidas sociales, especialmente educativas y culturales en todos los campos. Defender nuestros recursos como país pequeño frente a los grandes consorcios. Tenemos que tener ventajas para atraer inversiones y los problemas fiscales de cada país deben resolverlos ellos y no descalificar los países en supuestas listas oscuras. Es una justa reacción frente a las grandes injusticias económicas mundiales del comercio.

En educación el cambio de sistema y metodología pedagógicas es prioritario. La familia y los medios tienen que participar activamente. Así como a la banca le han exigido una regulación también a los medios y a la sociedad hay que apoyarlos democráticamente y darles normas de participación y eficacia concretas. La llamada sociedad civil tiene que activarse y participar. Las inversiones tienen que venir para crear empleos y darles facilidades y reglas para que sus ganancias continúen invirtiéndose aquí.

Vamos a un nuevo gobierno que debe producir riquezas, pero para que cumpla su función social, especialmente crear empleos. Realizar los cambios administrativos, de manos limpias y capacidad para servir a la comunidad. Que el progreso acaricie los lares de los más humildes, y que sea de todos sin necesidad de dividir el país. Que el desarrollo y la justicia social, que ya camina por América, lo logremos en la mejor armonía posible, junto con los sectores populares como corresponde a pueblos dignos y sabios.

-El autor es médico y ex ministro de Estado. grollap@cableonda.net

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