Las acciones de la Contraloría se dan tras más de un mes de huelga en el sector docente que arrancó formalmente el pasado 23 de abril
- 27/08/2014 02:01
Gracias general Torrijos
Dejando bajar la euforia por la ‘Conmemoración del Centenario del Canal de PANAMÁ’, como puerta de unificación del mundo, volcándose la nación entera para celebrar el digno acontecimiento y honrando a quienes fueron precursores de apoyar la construcción del paso interoceánico.
Es importante conocer y tener presente que la construcción de un paso que uniera a los dos océanos, data de muchos siglos antes de 1878, año en el cual se firmó el ‘Contrato Salgar-Wyse’. (Eustorgio Salgar, secretario de Relaciones Exteriores de Colombia y Lucian N. Bonaparte Wyse, Jefe de la Misión Francesa) quienes ratificaron dicho ‘Contrato’ para la construcción del Canal Interoceánico por territorio panameño. Los franceses designaron al vizconde Ferdinand Marie De Lesseps, director de la obra del Canal, quien tenía la idea de construir un canal a nivel, igual al que lo hizo en Suez.
Las condiciones insalubres, epidemias, muertes, sumadas a los excesivos gastos, el 15 de febrero de 1898 se suspendió la construcción, quedando inconclusa.
Antes de la independencia en 1903, los Estados Unidos y Colombia firmaron un Tratado, permitiéndole al coloso del norte construir una vía interoceánica por territorio panameño. Tomás Herrán, por el gobierno colombiano y John Way por los Estados Unidos, firmaron en enero de 1903, el ‘Tratado Herrán-Hay’, el cual fue rechazado por el Senado de Colombia el 2 de agosto de 1903.
El grupo independentista panameño para lograr el apoyo del gobierno norteamericano, le ofreció la oportunidad de firmar un Tratado para la Construcción del Canal, con el gobierno de la nueva nación. Por argucias de funcionarios norteamericanos firmaron un ‘Oprobioso Tratado en 1903’ (Hay-Bunau-Varilla), ‘QUE NINGÚN PANAMEÑO FIRMÓ’ (Torrijos). Fue una ‘Espada de Damocles’ sobre las siguientes generaciones, quienes luchamos por la anulación de dicho Convenio.
Estas luchas estudiantiles y de un pueblo humillado por más de noventa años dejaron huellas imborrables. Inicialmente contra la Policía Nacional, defensora de los intereses norteamericanos, como la ocurrida en 1947, cuando fue herido y convertido en ‘parapléjico’ el estudiante Sebastián Tapia, por una bala de la Policía. La siembra de Banderas el 2 de mayo de 1958, en la ‘Operación Soberanía’, realizada por estudiantes universitarios, encabezada por Carlos Arellano Lennox, inspirando al periodista y gran escritor don Joaquín Beleño a escribir la lapidaria frase: ‘El que siembra bandera cosecha Soberanía’. El 9 de Enero de 1964 se produjo el enfrentamiento estudiantil entre miembros de la comunidad zoneíta en el Colegio de Balboa, contra estudiantes institutores que enarbolaban el pabellón patrio, pidiendo soberanía, en el incidente se produjo la muerte de Ascanio Arosemena y otros 19 panameños.
La historia registra esos enfrentamientos y las constantes manifestaciones de protestas oficiales y del pueblo, lo que motivó al Líder del Movimiento Revolucionario, el general Omar Efraín Torrijos Herrera, a iniciar un movimiento nacional e internacional para lograr la abolición del Tratado de 1903, enarbolando la bandera de la Dignidad patriótica y nacionalista, transmitiéndola al pueblo, quien lo apoyó y logró el 7 de septiembre de 1977, firmaran el presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, y él, como jefe de Gobierno, un nuevo acuerdo eliminando la presencia colonial norteamericana en la Zona del Canal y devolviendo el Canal tras noventa y seis (96) años de dominio y control de la vía interoceánica, a su verdadero dueños.
En el desarrollo de las acciones para conmemorar el Centenario de la apertura del Canal, se omitió el reconocimiento al más grande de los patriotas de la historia panameña: OMAR EFRAÍN TORRIJOS HERRERA. Desconocer los verdaderos héroes y marginar sus acciones por el bienestar de la patria, es ignorar el sentido mismo de su valor representativo de su patriotismo y nacionalidad.
El general Torrijos, inició, promovió y motivó a un pueblo a respaldarlo en una lucha generacional, cuya semilla sembrada por ellos, germinó en un fruto de nacionalidad de obtener nuestra independencia y soberanía integral. Con el logro de la anulación del Tratado de 1903 y la firma de nuevos Convenios, dejó un mensaje a todas esas anteriores generaciones: sus luchas no fueron en vano, porque hoy con orgullo podemos decir: ‘ALCANZAMOS POR FIN LA VICTORIA EN EL CAMPO FELÍZ DE LA UNIÓN’.
Por ello, quiero expresar mi más profundo sentimiento de gratitud y admiración al paladín de nuestra Libertad. GENERAL OMAR E. TORRIJOS HERRERA y decirle sencillamente: ‘GRACIAS GENERAL TORRIJOS’.
*HISTORIÓGRAFO Y ESCRITOR.