Un buen estudiante, tranquilo y algo introvertido, que fue monaguillo y empleado en un supermercado antes de alcanzar la fama. Esos son algunos retazos...
- 07/04/2012 02:00
Gratitud y educación
H ace ya bastantes años, un médico español que ejerció por muchos años en Colón se retiró y regresó a su país de origen. Como dirigente gremial, por esos años fui a despedirlo. Con amargura me informó que nadie se había presentado a reconocerle sus esfuerzos por la salud en la ciudad. Al agradecerle sus aportes a la atención de la ciudadanía, reflexionamos sobre los sentimientos de servir a una sociedad y la percepción de la gente que los recibe, al considerar que es muy natural que los profesionales ejerzamos nuestras funciones como parte de la vocación, y que sería como una auto obligación el dar nuestros conocimientos, lo mejor de nuestras capacidades y el tiempo de nuestras vidas, para dar vida a los demás. Este pasaje con el Dr. Alberola lo traigo a mis recuerdo, con motivo de irse a los cielos el Dr. Bernardino González Ruiz.
Merecido y justo reconocimiento se le ha brindado al Dr. Bernardino por su ejemplar trayectoria. No me referiré aquí a su vida política, donde alcanzó los más altos honores y que en innumerables citas ha sido expuesto a la comunidad.
Es al médico, con un recorrido ejemplar desde estudiante hasta la cátedra universitaria.
Desde Europa hasta la campiña interiorana, dejó una huella de abnegado, sabio, humano y servidor de sus pacientes. Azuero, Chiriquí y Panamá son los lugares que más conocieron de sus andanzas profesionales. Deben ser miles los pacientes que recibieron su atención, sus acertados y científicos diagnósticos y los procedimientos técnicos de sus habilísimas manos quirúrgicas, que produjeron salud y vida, derramando alegrías y bienestar a su paso.
El breve tiempo que tuve la oportunidad de alternar con su trabajo y conocimientos, en el viejo y ya desaparecido Hospital Panamá, me permitió nutrirme no solo de sus experiencias, sino de la humildad y don de gente que siempre lo acompañó. Pausado, sencillo, seguro, reflexivo, documentado, cordial con una palabra de aliento y consuelo para todos. Respetuoso, comprensivo y maestro para con nosotros, sus colaboradores. Aun en los momentos de mayor tensión y riesgos, mantenía la serenidad y la paz que le daban sus muchas experiencias.
Esas virtudes pensamos era lo que quisiéramos que se nos ‘pegara’. Y estoy seguro de que a eso aspirábamos todos los que de una u otra manera recibimos sus enseñanzas. Cuando salí al exterior a especializarme con una beca de la OEA conseguida con mis maestros de Sur América; y necesitando como requisito una carta de un profesor panameño, fue el Dr. Bernardino quien me brindó con desprendimiento y altruismo ese apoyo académico. Naturalmente que este gesto ha merecido mi agradecimiento por siempre. Sé que igual actitud tomó en múltiples ocasiones en que colaboró por la superación de la Medicina y de los médicos nacionales. Su talento, capacidad, amor humanitario, responsabilidad y humildad lo han hecho un modelo para la Medicina. Se ganó su permanencia viva en el cielo de los recuerdo, de los que disfrutamos de su amistad.
Educación masiva como responsabilidad empresarial
La televisión sin duda es el instrumento técnico más eficaz para llegar a todas las comunidades. El comercio lo explota con singular éxito. Siendo la educación la gran necesidad para el desarrollo de la sociedad, sería de beneficio general el utilizar masivamente el tiempo de la televisión comercial que la población recibe como un aporte efectivo de la responsabilidad social empresarial a la educación de sus clientes. Se ha propuesto llevar la educación en valores y la cultura a través de la televisión privada, empleando conjuntamente con las cuñas comerciales breves mensajes educativos en los espacios de más tiempo. Igualmente, ofrecer en pocos minutos pasajes modelos de hábitos y conductas que favorezcan cambios positivos para los televidentes, los receptores y usuarios de los productos comerciales promocionados.
Sin duda, esto eleva la percepción de calidad y servicio social de los productos anunciados y sin duda la mejor aceptación de los mismos por los consumidores.
Primero no hacer daño. Eliminar de las programaciones la violencia y los modelos intrascendentes o negativos. Los excelentes artistas creativos de las televisoras y publicitarias tienen toda la capacidad para preparar este material con la colaboración de gremios e instituciones oficiales, profesionales y privadas.
Las actitudes y modelos de disciplina, responsabilidad, integridad, eficacia, perfeccionismo, calidad y amor social pueden ser aspectos a tomarse en forma vivencial; que es la forma más efectiva, que con factores emocionales y afectivos haga participe a los receptores de conductas, urbanidades, cortesías y valores que favorezcan la cultura popular, las relaciones humanas y la calidad de vida de la población. Algunos ensayos ya se han efectuado con ONG, en el MIDES, en la TV comercial, en las TV educativa y por cable. Aplicando en los canales comerciales acuerdos con el Estado, podrían ser de gran beneficio para el país en su camino a un Panamá mejor.
Mantenga limpia su ciudad.
En memoria del Dr. Hermógenes Álvarez (uruguayo).
MÉDICO Y EXMINISTRO DE ESTADO.