• 13/04/2012 02:00

Disidencia dentro de la Iglesia Católica

D urante los actos de conmemoración del Viernes Santo pasado, el Papa Benedicto XVI condenó la desobediencia de grupos religiosos intern...

D urante los actos de conmemoración del Viernes Santo pasado, el Papa Benedicto XVI condenó la desobediencia de grupos religiosos internos, quienes han hecho un llamado a la desobediencia y reclaman reformas profundas dentro de la Iglesia, como el sacerdocio femenino y de hombres casados, la comunión para divorciados, mayor participación de laicos en la Iglesia, etc.

Dentro de la Iglesia hay varios grupos disidentes o rebeldes, y son muchos los que tratan de señalar a la jerarquía eclesial como opresiva y antipática, que no escucha ni da tratamiento a sus necesidades y deseos, y discrepan de las enseñanzas católicas, infiltrando la Iglesia y disfrazando sus metas ulteriores como un esfuerzo sincero para ‘renovar’ la Iglesia, sembrando dudas sobre las creencias y enseñanzas de la fe católica.

Estos grupos rebeldes intentan destruir lo sagrado de la Iglesia, ejecutando un cambio de énfasis en aspectos sensitivos para sentirse aceptados ‘tal como son’, y han enfocado sus ataques sobre los sacramentos, al que recurren los fieles con más frecuencia, como la eucaristía y el orden sacerdotal, y así debilitar sus principios teológicos.

Están atacando los atributos más esenciales de la Iglesia Católica; su autoridad, su indefectibilidad y su infalibilidad.

La autoridad de la Iglesia significa que el Papa y los obispos, como sucesores legítimos de los apóstoles, tienen el poder de Jesucristo mismo para enseñar, santificar y gobernar a los feligreses en materia espiritual.

La indefectibilidad de la Iglesia significa que continuará existiendo tal como lo fundó Jesucristo hasta el fin del tiempo. Y es por tal motivo que el Pontífice ha reiterado más de una vez que no se puede ordenar mujeres, por ser esa, la forma de iglesia que ha dado el Señor y que la Iglesia no ha recibido del Señor ninguna autoridad sobre esto.

Algunos grupos rebeldes han sostenido que ‘la fuente primaria de las palabras de Dios no es la Biblia, sino, la vida... Hay que liberar la palabra de Dios del cautiverio bíblico’.

En el libro ‘La tiranía de los sacerdotes y obispos católicos’, nos dicen los disidentes que la Iglesia Católica Romana es ‘de todos los grupos reaccionarios en el país, la más perniciosa políticamente y la más grande amenaza a cualquier movimiento progresista’. Son intentos obvios de debilitar a la Iglesia.

La infalibilidad de la Iglesia significa que ella, con la asistencia especial del Espíritu Santo, no puede errar cuando enseña una doctrina de fe y de morales.

La Iglesia siempre se ha parado firme ante los desafíos, y siempre ha combatido a sus detractores y enemigos y siempre ha triunfado y perdurado, porque es guiada por el Espíritu Santo.

Pero todo lo anterior es un llamado a mayor vigilancia y preocupación de parte de la feligresía. Todo católico que ama a Cristo, su Iglesia y la Misa Sagrada, tiene la obligación de oponerse a esta profanación. De tomar una clara postura en defensa de los principios morales católicos e identificarse con la Iglesia, que lucha tenazmente para evitar un colapso masivo y catastrófico de la ética, la moral y la familia en nuestra sociedad.

PLANIFICADOR JUBILADO.

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