Resistencia indígena en la conquista

EDUCADOR Y EX LEGISLADOR.

Los historiadores latinoamericanos han sido injustos con los pueblos originarios de Abya Yala, pues, no solo los ganadores han escrito historia, sino también ‘LOS VENCIDOS’.

La historia es producto de la actividad humana desde el punto de vista de lo que los hombres realizan, la construyen, y proyectan los hechos históricos hacia la posterioridad; pero, como actividad humana, siempre está llena de aspectos subjetivos, intereses y valores que dependen de quién la cuente. La Conquista de nuestro continente está llena de acontecimientos; pero no siempre ellos han sido narrados de la manera más correcta e imparcial; sino que se les han añadido sucesos no ocurridos, se ha aumentado la gloria de los vencedores en las batallas o en las guerras.

¿Quiénes pueden negar el espíritu guerrero y de rebeldía en la defensa de sus territorios, de sus pueblos, de sus costumbres y culturas de hombres de Abyalenses como: Tupac Amaru, Kaupolican, Tupac Katari, Ruminau, Yara Kuay, Ana Caona, Nele Kantule, Duiren, Iguasalibler, Urraca, Quibian, Atuey, Lempira, Tkum Uman, Guautemok, Tanta KaiyotaK y muchos otros?

Todos escribieron, con su sangre, páginas gloriosas y acontecimientos dignos de ejemplo para nuestras futuras generaciones; sin embargo, han sido opacados por los historiadores no indígenas y solo han sido transmitidos oralmente por los mismos pueblos originarios de generación a generación.

Como actividad humana, la historia es subjetiva, por ello es muy conocida una máxima popular que dice: ‘la historia es la historia de los ganadores’; quien pierda no tiene derecho a contar la historia, a menos que se reivindique y triunfe en otro momento, pudiendo narrar tal o cual suceso de acuerdo a su punto de vista.

Si los pueblos originarios de Abya Yala (Continente Americano) hubieran contado con las mismas armas que los colonizadores a su llegada a éstas tierras, hoy tuviéramos escritas otras historias; las culturas indígenas estuvieron en desventaja para ese encuentro.

Como fuere, es una actividad muy sujeta a influencias anteriores y posteriores. Si las tropas de Luis XVI hubieran dominado el movimiento en 1789, no hubiera ocurrido o hubiera pasado como un simple escándalo en Paris; pero como no lo controlaron se le conoce como la Revolución Francesa.

Es necesario indicar que los pueblos indígenas americanos también tuvieron su historia llena de hechos gloriosos y heroicos, con heroínas; pero como ellos no vencieron, esa historia se les ha vedado.

Aun existe una gran riqueza cultural muy antigua que legaron nuestros antepasados, desgraciadamente conocemos poco de ella. En las escuelas y colegios se aprende más de la cultura europea que de nuestra cultura indígena. ¿Acaso no es cierto que se dan a conocer obras de escritores griegos o latinos y no los aportes de nuestra cultura ancestral? En la secundaria se tiene que leer La odisea de Homero, el Quijote de Cervantes. Pero nunca se mencionan obras de las culturas Maya, Azteca o Inca.

Había conocimientos científicos exactos sobre los movimientos de los astros, calendario perfecto y una sorprendente aptitud para los trabajos literarios y artístico; Existían unos sistemas propios de escrituras: jeroglíficos, petroglifos, signos y caracteres donde se muestran su pensamiento y su religión.

Hay que reconocer el valor hispano y europeo al aventurarse a estas tierras desconocidas y bravías; lo que no se puede aclarar es qué era más grande: si su arrojo o su avaricia. Porque llegar de tan lejos en busca de oro, no podía ser más que el resultado de una enorme avaricia, por la que abandonaban y soportaban todo a cambio de las riquezas que de estás tierras salían y robaban los conquistadores a costa de la sangre de millones de indígenas.

Nos atrevemos a decir que España, Francia e Inglaterra tienen una deuda histórica con los Pueblos Indígenas, que jamás podrán pagar.