Innovación tecnológica para la conservación del medio ambiente

En Panamá y en toda Latinoamérica, la innovación tecnológica está desempeñando un papel fundamental en la protección y conservación del medio ambiente. Estos avances están revolucionando la forma en que abordamos los desafíos ambientales y, aunque a veces no es un tema que se toca regularmente, la tecnología y la conservación o protección del medio ambiente van siempre de la mano, ya que la tecnología es la que nos brinda las herramientas para poder planificar, implementar, corregir y preservar nuestros recursos naturales.

La energía renovable se está consolidando como una fuente crucial en la matriz energética de Panamá y otros países latinoamericanos. Los proyectos solares y eólicos están en auge, aprovechando el abundante sol y viento de la región. Estas tecnologías permiten reducir la dependencia de los combustibles fósiles y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), contribuyendo así a la mitigación del cambio climático.

El análisis de datos y la inteligencia artificial se están utilizando para la conservación de la biodiversidad en la región, mediante el monitoreo y análisis de información, dando los datos precisos para que los científicos pueden identificar patrones, predecir cambios y tomar decisiones informadas para proteger especies y ecosistemas. El seguimiento de animales en peligro de extinción, la detección de deforestación y la vigilancia de áreas naturales hoy día se están realizando con drones equipados con cámaras y sensores, por dar un ejemplo.

Por otro lado, en términos de movilidad sostenible, se están impulsando soluciones innovadoras en la región. La implementación de transporte público eléctrico, como se está proponiendo actualmente en el Casco Antiguo de la ciudad de Panamá, sistemas de bicicletas de alquiler que ya vemos en diferentes ciudades de Latinoamérica y aplicaciones como Uber, Waze y otras que necesitan satélites para su implementación, están contribuyendo a reducir las emisiones de gases contaminantes y mejorar la calidad del aire en las ciudades.

Pero bien, y ¿dónde están o de dónde salen los materiales para que esta tecnología se fabrique y utilice? Los materiales utilizados en la fabricación de tecnologías que contribuyen a la conservación del medio ambiente provienen de diversas fuentes y regiones del mundo, entre esos Panamá. Por ejemplo, los componentes electrónicos utilizados en tecnologías de conservación del medio ambiente, como sensores y sistemas de control, están compuestos por diversos materiales, incluyendo metales como el cobre, donde ya Panamá está entre uno de los mayores productores de la región. Entre otros materiales están el aluminio, níquel, litio y circuitos integrados, proveniente de diferentes regiones.

Compromisos como los de la Agenda 2030, donde uno de sus objetivos es contar con mayor número de energías renovables, consideran que es necesaria la fabricación cada vez más de autos eléctricos. En algunos países ya se están poniendo en marcha normativas para ir sacando de manera gradual los autos tradicionales e ir reemplazándolos por los autos eléctricos, pero para esto se necesitan baterías, las cuales están compuestas de iones de litio, ampliamente utilizadas en artículos electrónicos existentes desde hace décadas, que contienen especialmente materiales como litio, cobalto, níquel y manganeso, minerales extraídos en diferentes países, siendo Bolivia, Chile y Argentina, reconocidos por sus reservas de litio.

Los materiales para turbinas eólicas, esas turbinas que vemos en la provincia de Coclé, desde la carretera Panamericana, están compuestas por diversos materiales como: acero, fibra de vidrio y materiales compuestos. Por su parte, la fibra de vidrio se produce a partir de sílice, que es un compuesto abundante en la tierra y se encuentra en diferentes lugares del mundo.

Es importante destacar que es fundamental promover prácticas responsables de extracción, producción y reciclaje de materiales, así como buscar alternativas sostenibles en la cadena de suministro para minimizar el impacto ambiental. La misma industria minera en Panamá, en el principal proyecto de extracción de cobre en Donoso ha señalado que en su estrategia de mitigación por la adquisición de maquinaria eléctrica reducirá hasta 50 % sus emisiones GEI para 2030.

Debemos estar conscientes de que todos estos productos minerales se extraen de la tierra, pero el avance significativo de la población necesita de mayor planificación y conservación de áreas naturales que deben ser protegidas y para eso debemos evitar que la población se siga expandiendo de manera desorganizada, ya sea por el tema de vivienda o de alimentación.

El uso de estos materiales extraídos de manera legal y responsable puede aportar a la fabricación de nuevas tecnologías que nos ayudarán a mantener ese equilibrio y por supuesto el desarrollo sostenible que todos necesitamos. Panamá y Latinoamérica tienen un gran potencial para liderar la adopción de tecnologías limpias y de vanguardia para aportar a la conservación del medio ambiente y al desarrollo de las ciencias ambientales. Sin embargo, es fundamental promover la colaboración entre los sectores público y privado, fomentar la educación ambiental y concienciar a la población sobre la importancia de estas soluciones.

Estamos en un momento crucial, donde las decisiones y acciones que tomemos hoy tendrán un impacto duradero en nuestra región.