Un buen estudiante, tranquilo y algo introvertido, que fue monaguillo y empleado en un supermercado antes de alcanzar la fama. Esos son algunos retazos...

Hay notables periodistas a los que da gusto seguirles la pista debido a su admirable capacidad de dar noticias de gran interés mediático que suceden a diario en diversas partes del mundo.. Y sobre todo, al hacerlo de forma valiente, frontal, dándole a los hechos consignados un doble valor noticioso, y al mismo tiempo personalísimo. Pocos tienen la virtud de poder filtrar sus propios comentarios críticos, muy bien sustentados, antes o después de informar con la mayor objetividad posible los detalles más pertinentes del suceso en cuestión.
El primero de esos méritos es, a mi juicio, un sentido de trascendencia humana del hecho reportado, ya sea para bien o para mal de la sociedad. El segundo, el poderle atribuir relaciones importantes del hecho acontecido con otras situaciones dentro de un mismo contexto. En otras palabras, saber ir más allá de la noticia, para darle la importancia colateral que posiblemente pueda tener. Eso que suele denominarse contextualizar los hechos.
En realidad, se trata también de un mérito propio de todo buen escritor de ficciones, porque su gran sensibilidad, como la de este tipo de periodista, logra visualizar posibles causas y consecuencias de los hechos haciendo que estos sean más consistentes con una realidad irrebatible, implícita, o al menos posible.
A mi juicio, un excelente periodista mexicano residente y naturalizado desde hace muchos años en Estados Unidos, a quien atribuyo los méritos antes descritos es Jorge Ramos, nacido en Ciudad de México en 1958. Desde hace poco dirige un excelente programa televisivo-radial denominado Así veo las cosas. No sólo se mantiene muy bien informado en torno a todo tipo de noticias de interés político, cultural y humano en ese país, sino también en su país de origen y en el mundo.
Cabe repasar un poco su sobresaliente trayectoria. De 1977 a 1981 estudió la carrera de Comunicación en la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México; posteriormente realizó estudios especializados en televisión y en periodismo en la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA), así como una maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad de Miami.
Habría de iniciar su carrera de periodista trabajando en las radiodifusoras XEW y XEW de la Ciudad de México. Colaboró como redactor para el noticiero Antena cinco, de Televisa, y como reportero del célebre noticiero 60 Minutos. Cuando la principal cadena de televisión de México, Televisa, censuró su primer reportaje, decidió emigrar a Estados Unidos: llegó a Los Ángeles el 2 de octubre de 1983. Empezó a trabajar en Univisión en 1985 y fue conductor titular del Noticiero Univisión desde noviembre de 1986. A partir de 2007 condujo el programa semanal Al punto.
Ha cubierto cinco guerras a lo largo de su trayectoria... la guerra civil de El Salvador, la del Golfo, la de Kosovo, la de Afganistán y la de Irak. Ha entrevistado a numerosos políticos, no pocos de estos difíciles de lidiar. Como Allan García, Alejandro Toledo, Álvaro Uribe, Andrés López Obrador, Barak Obama, Bill Clinton, Carlos Menem, Carlos Salinas de Gortari, Enrique Peña Nieto, Evo Morales, Fidel Castro, George W. Bush, Hugo Chávez, Rafael Correa, el Subcomandante Marcos, Nicolás Maduro y al mismísimo Donald Trump. Con los dos últimos tuvo serios problemas de irrespeto a su labor periodística. Además, ha entrevistado a destacados escritores, como los mexicanos Carlos Fuentes y Octavio Paz, la chilena Isabel Allende y el peruano Mario Vargas Llosa.
Ramos está a mil leguas de ser un simple nombre pintado en la pared. Ha publicado once libros, algunos traducidos al inglés. Algunos son... Sin Miedo: Lecciones de rebeldes, Detrás de la máscara, La otra cara de América, Morir en el intento, Tierra de todos, y el más reciente, Stranger: El desafío de un inmigrante latino en la era de Trump. Además, ha sido premiado en diversas ocasiones: el Premio María Cabot Moors, por la prestigiosa Universidad de Columbia en 2001, el Premio David Brinkley a la excelencia periodística otorgado por la Universidad Barry de Miami en 2003, el Premio Emmy por la National Academy of Television Arts and Sciences en 2005, un Doctorado Honorario en Literatura por la Universidad de Richmond en 2007 y el Premio Internacional de Periodismo otorgado por el Club de Periodistas de México en 2010 y 2011, así como el Premio Emmy en reconocimiento a su trayectoria en 2012.
Ahora, con Trump imponiendo criterios antojadizos violatorios de los más elementales derechos humanos en todos los órdenes de su imperial visión del mundo y de las normas democráticas ejercidas durante décadas en su propio país, Ramos monitorea críticamente a diario, en su nuevo programa, las múltiples afrentas ejercidas a miles de migrantes que llegaron en diversos momentos, tratándolos como criminales. Gente humilde que arribó huyéndole a la pobreza, y a menudo a la represión en dictaduras, como las de Cuba, Nicaragua y Venezuela, sólo para ser considerados ahora como rémoras que deben ser expulsadas de la Tierra Prometida, y en muchos casos devueltos a su lugar de origen, duplicándoseles así tan malévolo castigo.