José Jerí Oré, prometió en su primer discurso en el cargo empezar a construir las bases de la reconciliación del país, que atraviesa “una crisis constante...

- 15/09/2025 10:11
“C’est parce que je peux tout que je dois rien me permettre” (Georges Clémenceau)
François Hollande, en su libro Les leçons du pouvoir, en el que no se priva de compartir sus reflexiones emanadas del poder, deja claro, reitero, que quienes ejercen la presidencia “deben siempre comprender que el poder no es una propiedad, un atributo, un privilegio.”
Afirma, sin reparo, que “la cultura democrática es un aprendizaje que debe comenzar desde arriba, y por lo cual “la concepción presidencial que me parece justa está enteramente fundada sobre el respeto” , puesto que “las angustias y crispaciones que trabajan nuestra sociedad demandan una encarnación y una obligación personal de la responsabilidad”.
Su visión de lo que debe ser el Jefe del Estado, la expresa señalando que este “debe ser a la vez lejano pero próximo , inflexible pero humano, majestuosos pero modesto, misterioso pero transparente, lacónico pero afluente, distante pero abordable, monarca pero ciudadano...” Lo que si no debe ser cuestionado a ningún precio, es “el puesto eminente del presidente”.
En cuanto al gobierno, tajantemente afirma que “este no es una amical o un club, y mucho menos el anexo de un partido.” Reconoce y admite que “el Jefe del Estado, si quiere estar al nivel que le exige su responsabilidad, no debe de estar sumergido por el número de expedientes que llegan hasta donde el. Estos invaden su tiempo, captan su atención y alteran su visión de lo esencial...Al querer intervenir en todo, no pesa en nada.”
Y acto seguido, válido -según Hollande-, para la historia: “La anécdota ha remplazado el sentido, la espuma es vista como el mar. Entonces, en una acción, es la huella que ella deja la que juzga su profundidad. No es el tiempo empleado en la trama de una decisión el que cuenta. Es la duración que la misma tendrá para el bien común”.
Ya en otro plano, subraya que: “En una negociación, el método cuenta tanto como el objetivo, Para llegar al mismo, la primera cualidad es la paciencia”
“El ciudadano tiene necesidad también de explicaciones. El ciudadano no comprende que el presidente no sepa responder a las interrogantes, a sus dudas o a sus críticas. El lo ha elegido, no para verlo encerrado en una torre de marfil de la cual sale a intervalos espaciados según su antojo. Regularmente, el responsable de la marcha del Estado debe responder a las críticas o a las objeciones. Es la Ley de la democracia...Para hablar útilmente el presidente tiene, más que nunca, la necesidad de ser cuestionado”.