Lecciones que nos deja la lucha del pueblo en las calles

Lo que aprendimos de la gesta patriótica del 9 de enero de 1964 se ha hecho presente en la lucha actual de los patriotas en Panamá. Es una lección que jamás se borrará de nuestra conciencia. Somos patriotas, no vende patria; es una de las consignas más emblemáticas de nuestro histórico acontecer. Más vigente que nunca.

También, la unidad del pueblo en las calles, en la lucha contra la minería metálica en nuestro país, contribuyó a la declaratoria de inconstitucionalidad de la Ley 406 que daba vida al contrato minero de 1997, declarado inconstitucional en el año 2021. Fueron muchos días de sacrificio del pueblo en las calles, exigiendo al gobierno de turno la derogatoria de la Ley 406.

Pudo haber sido menos traumático, más rápido, el desenvolvimiento de los hechos, de haber considerado la derogatoria, pero la inconstitucionalidad de esta, aunque más tardado, se realizó el pasado 28 de noviembre. Es indudable que sin la presión en las calles no se habría logrado que uno de los tres poderes del Estado decidiera finalmente.

Son varias las lecciones que nos deja la lucha del pueblo en las calles. La defensa de la soberanía nacional, en todas las provincias, por tierra y mar, con representación de diversos sectores del país, demostrando que los patriotas somos más, despertando la esencia patriótica de nuestro país para siempre. Esta unidad del pueblo debe buscar un mayor nivel de desarrollo, mediante una verdadera democracia participativa. Se ha roto con la dictadura de la imposición del pensamiento único mediante los medios de comunicación tradicionales, al poner en evidencia a los denominados mercenarios de la información. Los medios alternativos, las redes sociales y otros instrumentos han permitido a la población manifestarse más allá de las imposiciones informativas de grupos tradicionales. Se demostró que los medios pueden callar, pero la valentía de un pueblo en las calles rompe el cerco informativo. Deben ser atendidas, con prontitud, las diversas acciones jurídicas presentadas y por presentar contra los verdaderos responsables de todos los efectos producidos por la desatención del fallo de inconstitucionalidad de 2021, por la rápida aprobación de la Ley 406, por los abusos cometidos por los estamentos de seguridad del Estado, por los abusos y lentitud en los procesos presentados ante el Ministerio Público, entre otros.

Suspender las acciones de persecución contra los patriotas que se han manifestado en las calles, legítimamente, defendiendo la patria, la soberanía nacional, la autodeterminación de nuestro pueblo.

El cierre de la mina debe incluir un plan científicamente elaborado, con la participación de los diversos sectores que intervinieron en la lucha en las calles, garantizando que los trabajadores de la mina tengan la primera opción de contratación en el plan, así como se les debe garantizar que sean pagadas sus prestaciones laborales durante el tiempo que han estado trabajando para FQM-Minera Panamá, como corresponde, de acuerdo con el Código de Trabajo.

A este respecto, la Alianza Pueblo Unido por la Vida, en su masivo encuentro de dirigentes nacionales realizado el 12 de diciembre, en conmemoración de la gesta de 1947 que condujo al rechazo del Convenio Filós Hines, presentó un primer abordaje de la hoja de ruta que debe seguir el cierre planificado de la mina.

En el encuentro las diversas organizaciones populares coincidieron en resaltar que la lucha y unidad del pueblo, a pesar de los intentos divisionistas por parte de las cámaras empresariales, es la base de lo alcanzado en este período, igualmente se comprometieron a seguir en la lucha, a la defensa de los patriotas, del ambiente y la vida.