• 29/04/2024 00:00

Voto, generación y futuro

Esta sociedad panameña, en términos generales, no sabe lo que quiere (conocimiento) para avanzar su desarrollo y espera que sus líderes les enseñen el camino

Este domingo se cierra el círculo y se abren posibilidades desconocidas en este momento. Creo que la mayoría de la ciudadanía no espera grandes cambios en la forma en que opera el país, no importa cuál de las propuestas electoreras salga favorecida. Creo que el temperamento de la misma campaña ha dejado eso en evidencia. Nos espera cinco nuevos años de incertidumbre.

Estoy seguro de que pocas son las personas que se atreverían a contradecirme en que el sistema educativo no mejorará, ni el sistema de salud. Lo de la Asamblea de Diputados está por verse, al igual que el sistema judicial. Algunos dirán que es un atrevimiento hacer estos señalamientos, pero me reiteró en los mismos con la esperanza de equivocarme.

Repito un párrafo de la columna de la semana pasada que he señalado varias veces a lo largo de los años del escritor italiano Nuccio Ordine cuando alguna vez señaló que: “En una sociedad corrompida por la dictadura del beneficio, el conocimiento es la única forma de resistencia. Porque con el dinero se puede comprar cualquier cosa: parlamentarios, políticos, jueces, el éxito, la vida erótica. Sólo hay una cosa que no se compra con dinero: el conocimiento”.

Esta sociedad panameña, en términos generales, no sabe lo que quiere (conocimiento) para avanzar su desarrollo y espera que sus líderes les enseñen el camino. Por vivir del día a día de la “dictadura del beneficio” y de las migajas que los corruptos les deja, vivimos en una sociedad que no tiene un conocimiento claro sobre el futuro para comenzar a trabajar en esa dirección.

Antes de ejercer el voto, para la generación de la tercera edad, los que tenemos una idea clara de lo que fue la Zona del Canal, la lucha por la soberanía e incluso los que se enorgullecen de haber luchado contra la “dictadura”, que recuerden los subrayados de aquellas épocas. Los de “Panamá es soberana en la Zona del Canal” y los que lucharon por la “democracia”, esa que en la cual vivimos desde el 20 de diciembre de 1989, de una u otra manera, el esfuerzo era con la mirada hacia el futuro y el bienestar de las generaciones que venían.

Antes de ejercer el voto, los que hoy tratan de educar a sus hijos en este sistema educativo marginal y atrasado, este sistema en donde les es difícil obtener apoyo económico del Estado para alivianar la carga económica en el intento de educarlos en mejores centros de enseñanza, piensen también en lo difícil que ha sido para ustedes acomodarse a los cambios tecnológicos constantes que muchas veces les ha constado oportunidades en un mundo profesional cambiante, difícil y competitivo.

En un artículo titulado: ¿Estamos a punto de presenciar las sociedades más desiguales de la historia?, publicado en The Guardian, en mayo de 2017 por el historiador y escritor Yuval Noah Harrari señaló que: “Los seres humanos básicamente tenemos sólo dos tipos de habilidades – físicas y cognitivas – y si las computadoras nos superan en ambas, podrían superarnos en los nuevos trabajos al igual que en los antiguos. En consecuencia, miles de millones de seres humanos podrían quedar desempleados y veremos el surgimiento de una enorme nueva clase: la clase inútil”.

Para los jóvenes que votarán por primera o segunda vez, antes de ejercer ese voto, el asunto de tomar en cuenta el futuro es de igual importancia que los otros dos segmentos mencionados anteriormente. Han pasado 34 años de la invasión de los Estados Unidos a Panamá para acabar con el régimen militar y la llamada democracia no se ha perfeccionado. Todos conocemos los retos existentes: Los electoreros, los de pocas oportunidades para todos los panameños y las dificultades en obtener servicios del Estado para el bienestar de la población; hemos cambiado la llamada “dictadura” por este vergonzoso régimen corrupto y desigual.

Dice Harrari: “En el siglo XXI, el auge de la tecnología de la Inteligencia Artificial - IA - y la biotecnología ciertamente transformará el mundo, pero no exige un resultado único y determinista. Podemos utilizar estas tecnologías para crear tipos muy diferentes de sociedades. Cómo utilizarlos sabiamente es la cuestión más importante que enfrenta la humanidad hoy en día.”.

Las ideas en el artículo de Yuval Harrari tienen 6 años, pero no significa que nuestra pequeña sociedad no debe tomar nota y comenzar a hacer lo necesario. Al fin y al cabo, no estamos aislados del resto del mundo, pero consumidos por el juegavivo y la corrupción, no abre espacios para que la sociedad y, en particular los jóvenes, pueda comenzar a conversar sobre estos temas y las repercusiones a futuro en nuestro pequeño país.

El autor es comunicador
Lo Nuevo
comments powered by Disqus