• 18/09/2023 00:00

El misterio detrás de la travesía del MV Ophelia por Panamá

El 17 de marzo de 2023, el MV Ophelia ingresó a los puertos panameños cargado con más de 42 mil toneladas de material DRI-B, reconocido por su extrema peligrosidad debido a su explosividad

El caso de la nave MV Ophelia dejó una estela de intriga tras su paso por Panamá, debido a su entrada al país con una carga altamente peligrosa, un secuestro legal en curso y una estadía prolongada de tres meses antes de su partida.

El 17 de marzo de 2023, el MV Ophelia ingresó a los puertos panameños cargado con más de 42 mil toneladas de material DRI-B, reconocido por su extrema peligrosidad debido a su explosividad. Sorprendentemente, esta carga no fue declarada ni inertizada, contraviniendo los estrictos protocolos de seguridad que rigen la navegación por la vía interoceánica.

Tanto la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) como la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) han eximido su responsabilidad en este incidente, alegando que la nave presentó documentación válida que certificaba la naturaleza de su carga. Sin embargo, persisten las inquietantes preguntas sobre por qué se permitió que la nave continuara su travesía sin implementar medidas de seguridad adecuadas.

Además, el MV Ophelia se encontraba bajo un secuestro legal pendiente debido a una disputa entre el propietario de la carga y el capitán de la embarcación. Este conflicto legal resultó en una detención de tres meses en los puertos panameños mientras se resolvía la situación. Durante este período, se reveló que una Organización Reconocida (OR) italiana había emitido una opinión negativa sobre la aptitud de la nave para transportar este tipo de carga. Sin embargo, de manera sorprendente, una OR local emitió una certificación que permitió que la nave zarpara de Panamá con destino a China.

Por este caso se ha presentado una denuncia en el Ministerio Público por un presunto delito contra la seguridad colectiva, en la modalidad de delitos relacionados con los medios de transporte. La denuncia está dirigida hacia el capitán de la nave y cualquier otra persona que pueda resultar responsable por haber conducido, transportado o permitido la circulación de dicha embarcación que incumplió con las normativas internacionales de seguridad establecidas por la Organización Marítima Internacional para el manejo y transporte de carga peligrosa.

En el marco de este proceso legal, se espera que Pablo Martínez, inspector, y Rafael Cigarruista, Director de Marina Mercante de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), presenten sus descargos y brinden su versión de los hechos.

Las opiniones de expertos legales, como el abogado Roberto Ruiz Díaz, quien ha interpuesto demandas previas contra la administración de la AMP, sugieren que este incidente refleja un patrón de relajamiento en las regulaciones y la falta de aplicación de sanciones en el sector marítimo. Ruiz argumenta que la AMP parece anteponer sus propios intereses a la seguridad del país como activo marítimo.

Como abogado especializado en Derecho Marítimo, comparto esta preocupación, ya que las inspecciones de las naves que realiza la Dirección de Marina Mercante, administrada por Rafael Cigarruista, carecen de la profundidad necesaria y no cumplen con los estándares rigurosos requeridos. En una administración coherente, se habría investigado exhaustivamente el incidente del MV Ophelia, incluyendo los problemas legales pendientes y la contradictoria certificación de las OR.

Sin embargo, hay que agregar que la ACP hace sus propias inspecciones y permite el tránsito por la vía, siempre sería recomendable una coordinación en temas relativos a la seguridad en aguas panameñas. Como medida recomendable para blindar a Panamá de estos peligros, siempre probables en las operaciones marítimas.

Por su parte, Harley Mitchell Morán, otro abogado, ha señalado que tanto la AMP como la ACP parecen no haber cumplido adecuadamente con sus respectivas responsabilidades en este asunto crítico, lo que plantea dudas sobre su alineación con una estrategia marítima nacional destinada a proteger la vida, el honor y los activos nacionales. Mitchell Morán afirma que el principio precautorio fundamental de la democracia marítima no se ha respetado y que ambas entidades deberán rendir cuentas ante las autoridades competentes por esta negligencia inexcusable.

El caso del MV Ophelia persiste como un enigma sin resolver, dejando preguntas esenciales sobre quién es verdaderamente responsable de permitir que una nave con carga peligrosa ingresara y saliera de Panamá sin cumplir con los protocolos de seguridad esenciales.

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