• 03/08/2019 02:01

Una mujer atrevida

‘(Alexandra) David Néel es escritora, nómade por excelencia, viajera incansable, terca, original, inteligente, aventurera y pasional'

Alexandra David Néel es de esos seres humanos que viven inspirados en el deseo inaugural de encontrar una tierra distinta donde sembrar sueños y romper paradigmas. Alexandra es una mujer pequeña, tosca, irradia una fuerza interior descomunal. Destaca por su entereza espiritual, como lectora tiene el hambre de conocimientos, es autodidacta, políglota, aboga por los derechos de la mujer sin ser feminista. Dicta conferencias y se convierte en una reportera gráfica.

David Néel es escritora, nómade por excelencia, viajera incansable, terca, original, inteligente, aventurera y pasional. Vive cien años (1868-1968), es una parisina, genial y excéntrica, del signo de Escorpión, soprano exitosa, el estudio de las religiones es su vocación. Aprende el sánscrito y lee en las fuentes primarias, adora los libros viejos que toca y huele con delicia. Entra con ojos propios, desnuda de convencionalismos y de estereotipos, al mundo verdadero, el del aprendizaje. Alexandra sabe que lo único permanente es el cambio.

Alexandra, como el Quijote, encarna el anhelo permanente de libertad, nunca acepta un fracaso. Su actitud es conciliadora, capaz de superar las oposiciones.

La orientalista, sedienta de lejanía, emprende un periplo místico de trece años que incluye el África árabe, especialmente Túnez, Ceilán, la India, el Asia Central, Japón, Corea, China, Rusia. Pero el Tibet es el eje de su dialéctica existencial. Ascetas, sabios, ermitaños, anacoretas y maestros como Gomchen, dialogan con esa mujer de mirada plural y de múltiples perspectivas.

Alexandra busca el nirvana, el árbol sagrado, la comprensión del devenir perpetuo, las raíces del budismo, la paz del alma, la luz última y suprema. Es vegetariana y practica el yoga, hace de la verdad su propia llama y busca la correcta manera de vivir, rompe el espejismo imaginario, liberándose de creencias quiméricas a través del Samdhi, el Tumo y del tharpa (iluminación). Renuncia a las formalidades y experimenta el sensualismo espiritual e intelectual. Ansía entrar a lo desconocido y por eso vive como se lo indica su corazón, disfruta a plenitud esos momentos fugaces que también son eternos.

El peregrinaje hacia la sabiduría del alma, lo realiza con obstinación y fe, sin ataduras conceptuales. Viaja al interior de su ente ontológico para conocerse a sí misma y a los seres humanos en su misterio impenetrable, en su fuerza y fragilidad, en la soberbia, magnanimidad, mezquindad y frustraciones que los caracterizan. El transitar es difícil, peligroso y tormentoso, pero se logra con meditaciones profundas y silencios abismales. Alexandra sobrevive a todas las penurias y dolores emocionales.

La esposa de Philippe Néel, 1912, es la primera mujer europea en hablar con un Dalai Lama en Lhasa-Sol, la ciudad prohibida, pero antes recorre más de 2500 kilómetros a pie y sobre una mula, se enfrenta a desiertos, montañas, bosques, mesetas y sobre todo, como un águila, se impresiona con la inmensidad y la soledad de los Himalayas.

En el ‘Diario de viaje', su mejor obra, añora las estepas, las nieves perpetuas, el gran cielo azul donde canta el viento en esos horizontes cegadores. Alexandra tiene el don descriptivo, capta la belleza de los inéditos paisajes que tanto la emocionan. Se enamora del Tibet, esa comarca de nubes, donde ella vive en éxtasis continuo. Allí el silencio respira un aire especial, los espacios abiertos son la dimensión que busca sin cesar.

Al leer con avidez la vida de una extraordinaria mujer, como lo es Alexandra David Néel, pienso en la panameña Stella Dupuis que siente igual pasión por la India. Y con emoción, descubro por qué mi Tibetana, mi musa de ‘La calle del espanto', prefiere los rincones secretos de los Himalayas, allí donde los dioses reposan y rejuvenecen en cada época y latitud.

Alexandra tiene una hermana del alma, en otra mujer atrevida, la panameña Rosa María Britton.

Recomiendo en mi libro ‘Los rostros del tiempo', el ensayo sobre el Pensamiento filosófico oriental de la India y China.

Referencia bibliográfica: Durán, Renata. Cuatro mujeres imprescindibles / Bogotá: Ediciones B, 2011. 286 p. il.

DOCENTE, HISTORIADOR Y ESCRITOR.

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