Música filarmónica de Israel

El Estado de Israel se estableció en 1948, luego de un largo proceso político en que participaron un conjunto de fuerzas internacionales y diferentes gobiernos europeos que trataban de conciliar las diferencias locales entre los pueblos de la zona. La Organización de las Naciones Unidas había decidido en 1947 una división de Palestina en dos unidades, una árabe y la otra judía; sin embargo, la última declaró su independencia un año después.

Mucho antes de estos hechos que han caracterizado el clima geopolítico de la zona y del planeta, tuvo lugar un acontecimiento cultural que cambiaría el perfil de la historia de la futura nación israelita y sus vínculos con el mundo. En 1936, el célebre compositor y maestro de la conducción Arturo Toscanini, encabezaría un concierto con una selección de músicos cuyos orígenes eran las orquestas europeas asediadas por la guerra en ciernes.

Era la Orquesta de Palestina, que luego se convirtió en la Orquesta Filarmónica de Israel. Fue creada por el violinista polaco Bronislav Huberman y su estreno fue un acto de valentía con una audición al aire libre en la ciudad de Tel Aviv, ante autoridades internacionales. Ellas atestiguaron la capacidad de sus integrantes en reunirse, luego de superar diversas experiencias de rechazo y persecución para generar un espacio que les permitiera crear arte.

Esta agrupación de amantes de la melodía se ha constituido en una de las corporaciones más consolidadas del pequeño país, punto de referencia en las relaciones entre los diversos actores que configuran no solo el panorama de la región, sino que tiene amplia repercusión en las grandes capitales que definen la realidad mundial. Sus giras, apariciones y grabaciones le han posibilitado contar con un amplio y reconocido repertorio.

Un sello de garantía de este colectivo han sido sus directores. El afamado Toscanini, luego Leonard Bernstein y Zubin Mehta, quien fuera primero su consejero, luego entró a dirigir musicalmente y por último, alcanzó el grado de vitalicio. Su labor es extraordinaria. Mehta nació en Bombay, India; muy joven abandonó su carrera musical y se instaló en Viena; allí al poco tiempo, conducía su orquesta filarmónica y luego, la de Berlín.

Este director ha compartido su conocimiento con múltiples colectivos orquestales en varias capitales; Liverpool (Inglaterra), Montreal (Canadá), Los Ángeles y Nueva York, son algunas de ellas. Con la Orquesta Sinfónica de Sarajevo dedicó en esa ciudad, un homenaje a las víctimas de las guerras yugoeslavas y con la Orquesta de la radio de Baviera, recordó a los prisioneros del campo de concentración de Buchenwald, Alemania.

La Orquesta Filarmónica de Israel y su director vitalicio Zubín Mehta actuarán en Panamá en un concierto que está incluido en su gira latinoamericana de 2019 y que tendrá lugar este jueves 25 de julio. Constituye todo un espectáculo que la urbe panameña pueda ser escenario de este mensaje melódico con tan destacados virtuosos, que en conjunto representan una institución histórica de esa emblemática nación.

Es una oportunidad inigualable que tendrá la población istmeña de apreciar este mensaje que trae el pueblo hebreo a través de estos ejecutantes que han reunido en tantos recorridos y experiencias una notable carrera y no obstante las contingencias que han pasado, consolidaron un trabajo de una calidad insuperable. Su presencia ante públicos de variadas características y orientaciones, ha asentado sus competencias y virtuosismo.

Cada uno de quienes componen la orquesta es diestro en su instrumento y representa una tradición de varios milenios que recoge aportes de múltiples confines donde estuvieron comunidades de origen judío. La audiencia nacional debe aprovechar esta célebre ocasión del paso de la Orquesta Filarmónica de Israel y apreciar una de las más refinadas demostraciones de su interpretación a través de una delicada y cuidadosa perfección.

PERIODISTA