Desarrollo de la inteligencia musical

En mis años de estudiante nunca escuché a un padre, un directivo o un docente que se preguntara: ‘¿Por qué se enseña Matemáticas?’. Jamás, creo yo, nadie cuestionó el porqué de enseñar Lengua. No ha habido objeciones a la enseñanza de la Historia, de la Geografía o de las Ciencias Naturales en los colegios.

Pero sí tuve ocasión de oír en algunas ocasiones a docentes, directivos o padres plantear cosas tales como: ‘¿Por qué pierden tiempo los chicos en Música, en el coro, en la orquesta, etcétera?’. Y a otros, aún más audaces, preguntando: ‘¿Por qué no usan ese tiempo para estudiar?’.

Las respuestas son muchas y variadas, y desde ya deben brindarse dentro del contexto adecuado en cada circunstancia, pero todas llevan a un último y mayor interrogante que es el que aquí propongo: ¿Para qué enseñar Música?

Los que aprendimos a tocar un instrumento musical sabemos que en la música nos hacemos frecuentemente muchas otras preguntas: ‘¿Cómo?, ¿por qué?, ¿dónde?’, y otras. Pero la fundamental es la referida a ese objetivo que debemos —a mi entender— tener muy claro para que nuestra tarea sea fecunda y agradable para aquellos con quienes debemos compartirla.

¿Qué podemos aportar a ese interrogante? Durante la escuela secundaria en el Instituto Nacional, yo era miembro constante de la banda de música. El director de la banda se adaptó a mi ritmo de aprendizaje y me enseñó a leer pentagrama y, más significativamente, me dio el honor de llevar a cabo una de nuestras composiciones para el concierto anual.

Esa experiencia de liderazgo fue un hito y se quedará conmigo para toda la vida.

Aún así, me quedé corto de unirse a la banda de música, ese paso marcó un liderazgo que desconocía y que hoy en día es parte de mi formación profesional.

Aparte de los beneficios sociales, los estudiantes en los programas de Música de secundaria tienen mejores calificaciones y el desarrollo cognitivo.

Un estudio del Departamento de Educación de los EE. UU. encontró que los que reportaron participación constante en la música instrumental durante los años de la escuela media y secundaria muestran niveles significativamente más altos de competencia matemática de grado 12. (Esta observación se mantiene independientemente de la situación socioeconómica de los estudiantes).

Además, los estudiantes que aprenden a tocar un instrumento, a desarrollar una mayor capacidad de lenguaje y una mayor capacidad de aprender un nuevo idioma.

En otro contexto, es de gran valor para obtener una perspectiva más amplia sobre la historia cultural, por la exposición a siglos de nuestra rica herencia cultural.

La inteligencia musical también se hace evidente en el desarrollo lingüístico, por cuanto demanda del individuo procesos mentales que involucran la categorización de referencias auditivas y su posterior asociación con preconceptos; esto es, el desarrollo de una habilidad para retener estructuras lingüísticas y asimilarlas en sus realizaciones fonéticas.

Qué orgullo como panameño, y como institutor, ver compatriotas dejando el nombre de Panamá en alto.

‘Solo el que construye sobre ideas, construye para la eternidad’, EMERSON.

CATEDRÁTICO UNIVERSITARIO.