• 06/10/2022 00:00

Necesidad de nuevas tendencias en educación

“La digitalización, la innovación, son, en la actualidad, las exigencias que el sistema educativo debe implementar, [...]”

La realidad panameña muestra un desbalance radical en la demanda educativa, que mantiene dos dimensiones: una SUBJETIVA, que está dada por sus niveles de aspiración, que, con respecto a la educación, manifiestan los miembros de la sociedad y de sus distintos grupos; y otra OBJETIVA, que se manifiesta en los requerimientos, que los procesos económicos y sociales formulan en la acción educativa. Intentamos en este punto realizar un muestreo de ambas dimensiones, en las actuales circunstancias de nuestro país.

Dada la situación de rápidos cambios, el día a día, resulta necesario conocer cuál es la demanda MANIFIESTA, es decir, verbalizada o inferida, a partir de actitudes o comportamiento observables, ya que los diferentes grupos sociales son capaces de operar como fuerzas sociales respecto a la educación.

En ese sentido, las clases hegemónicas tradicionales han mantenido una actitud pasiva en relación a la educación, luego de haber sostenido la orientación y funcionamiento por el largo periodo republicano. Esta actitud, queremos pensar, es una de las muchas manifestación de la pérdida general de posiciones en el sistema estatal, su vínculo y orientación están cifrados al fortalecimiento de la empresa privada, inversión y empoderamiento.

En tanto los sectores medios implementan una preocupación por un título liberal-profesional, que lo puede conducir a un empleo. Este comportamiento muestra una persistencia de ciertas pautas culturales, calificadas como tradicionales, rechazando las ocupaciones de carácter técnico.

Los sectores populares urbanos y rurales, siguen una suerte de aislamiento por la inequidad de los Gobiernos deficientes. Parece que el desarrollo educativo en nuestro país, se ve atrofiado y cuartado por las condiciones existentes, de suerte que la posición privilegiada de los sectores superiores e intermedios, lo cual hace evidente un menoscabo de los sectores rurales, cuya demanda prácticamente es inexistente, sin embargo, la presión para la ampliación de los servicios educativos va en aumento, sin duda, tomando en cuenta la rápida movilización de los diversos sectores populares que habían permanecidos alejados de la mayor parte de los servicios sociales y que, hoy, manifiestan su incorporación al sistema educativo exigiendo calidad y actualización en el proceso de enseñanza–aprendizaje.

No cabe duda de que cualesquiera sea el desarrollo educativo del país, este debe ser revisado, analizado y actualizado, a fin de constatar un proceso educativo consonó con la realidad mundial. La digitalización, la innovación, son, en la actualidad, las exigencias que el sistema educativo debe implementar, en donde la creatividad es el norte que informa y actualiza la educación.

Historiadora
Lo Nuevo