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- 02/08/2022 00:00
Neoliberalismo sinónimo de corrupción
En nuestro país, corrupción es la acción y efecto de corromper, proceso de quebrar deliberadamente el orden del sistema para beneficio personal. Entendemos también que el corrupto presiona u obliga a otros a cometer el delito.
En términos más amplio, la corrupción es la apropiación del poder público para fines privados, o sea, es “la privatización del poder público”, relación de intercambio entre lo público y el privado para obtener una ventaja. No es solo responsabilidad del sector oficial, también incluye al sector privado, quien tiene una gran influencia estatal.
Las formas de corrupción varían, pero las más comunes son el uso ilegítimo de información privilegiada y el patrocinio; además de los sobornos, el tráfico de influencias, la evasión fiscal, las extorsiones, los fraudes, la malversación, la prevaricación, el compadrazgo, la cooptación, el nepotismo, la impunidad y el despotismo. ? La corrupción facilita otro tipo de hechos criminales como el narcotráfico, lavado de dinero, prostitución ilegal y trata de personas.
El Neoliberalismo surge en el siglo XX, como fuerza opuesta al Keynesianismo; sostiene que la economía se debe regir por el libre comercio, estar desregulada y privatizada, es decir, con menor intervención de las políticas de Estado. El Neoliberalismo ha llevado a una gran concentración económica y poder político; así sus capitales imponen las reglas del juego al Estado. Capitalizó el accionar del Estado y generó mayor producción con menor inversión social.
Esta política neoliberal llevo a cabo toda una política de privatización, donde los bienes públicos fueron entregados a precios irrisorios a los capitales privados. Allí, para Panamá, después de la invasión norteamericana, crecieron y se cohesionaron las 125 familias que hoy controlan el 80% de las riquezas del país, con su desmedida acumulación de capital por la privatización/desposesión de los recursos estatales. El Instituto de Recursos Hidráulicos y Electrificación (IRHE) y el Instituto Nacional de Telecomunicaciones (INTEL) (Cable&Wireless), fueron los primeros en privatizarse, siguieron los casinos nacionales, los bingos nacionales, el hipódromo presidente Remón (Equus Entertainment), cemento Bayano, el ferrocarril interoceánico Panamá-Colón (Kansas Railroad Company), los puertos Balboa y Cristóbal (Panama Ports Company), ingenio La Victoria. Están en proceso de venta el aeropuerto internacional de Tocúmen, ATLAPA, Caja de Seguros Sociales (CSS), Universidades Estatales/Públicas, Centros penitenciarios, etc. También hay privatizaciones indirectas, como el aumento de la deuda externa que cae en los bolsillos de la oligarquía, el subsidio electoral, los demás subsidios a las empresas privadas, otros como el proyecto del corredor norte, autopista Panamá-Colón, corredor sur (PYCSA), carretera marina (ICA), etc.
La compra de estas instituciones públicas por irrisorios capitales, dinamizó las prevendas, coimas y aceleró la máxima acumulación de capitales, consolidando nuestra oligarquía criolla (125 familias), que aun así no paga impuestos fiscales, pero si tomo el poder político del país, creando o comprando los partidos políticos del país.
Hoy, cuándo la nefasta acumulación histórica de contradicciones que generó este modelo neoliberal, se hace sentir en las calles, por fuerzas nativas, sindicalistas, profesores, médicos, productores agropecuarios, universitarios y demás, muestra el fracaso de este modelo capitalista salvaje, por el contrario, aumento la brecha entre ricos y pobres, la desigualdad social y acentuó la mala distribución de las riquezas. Hoy cuando estas 125 familias tienen el poder político y económico del país, a través de los medios de comunicación que dominan, dejan entrever que la crisis actual tiene su origen en los órganos legislativo y ejecutivo; siempre agazapados, impulsan a la ciudadanía a tomar represalias contra estos entes estatales mientras ellos siguen concentrando mas capital y exacerbando la desigualdad social y la pobreza en Panamá.
Este accionar del capital oligárquico se fue introduciendo en toda la cultura nacional, hoy se impuso el “juega vivo”, “que hay pa mi”, “robo, pero hizo”, esta mala cultura está por encima de la honestidad y la buena vida. Este accionar del capital oligárquico lleva a nuestra juventud a introducirse en las bandas, en busca de algún ingreso para sostener a sus familias. Este doloroso papel de nuestra violenta oligarquía, nos lleva al enfrentamiento con el Estado y a deslegitimar la institucionalidad del mismo.
Así es la situación crítica nacional, estamos discutiendo salida a la crisis que la propia oligarquía desarrollo para acumular más capital. Ojalá por consenso se lleguen a mejores caminos de igualdad y equidad social.