El Festival de Debutantes se realizó el 5 de julio en el Club Unión de Panamá. Es organizado por las Damas Guadalupanas y se realiza cada año para recaudar...
- 05/02/2016 01:00
La opinión...
La Real Academia de la Lengua Española define el concepto como el juicio o valoración que se forma una persona respecto de algo o de alguien. En cuanto a comunicación, la opinión es expresión privativa de quien la emite, independientemente de que la misma sea producto de innumerables influencias o que corresponda o no a los hechos objeto de análisis. Y aunque su valor depende del crédito o autoridad del emisor, pues no es lo mismo la de un experto que la de un profano, cualquiera sea la disciplina, expresarla es un derecho que merece respeto.
En los medios de comunicación, particularmente en los impresos, aparte de algunos editores, nunca falta alguien, con poder de veto, que rechace un artículo por considerarlo inconveniente o lesivo a intereses con los cuales se identifica. Hecho que se entiende, aunque jamás se justifique. Valga advertir que la censura más efectiva es la establecida por los lectores, al momento de seleccionar unos y descartar otros. La formación facilita la capacidad de discriminar, y aunque la tendencia debería favorecer las opiniones mejor expuestas y sustentadas, realmente ello depende del nivel cultural. Prefiero las opiniones que van al fondo del tema y se apoyan en información objetiva; descarto las opiniones subjetivas o las que abundan en circunloquios inconducentes. Algunos directivos y dueños de medios prefieren artículos que se mantengan en la superficie de los temas, considerando, quizá, que así contribuyen a mantener la estabilidad del Sistema.
En México conocí la expresión ‘dorar la píldora', cuyo origen se remonta a la época en que los farmacéuticos, a fin de evitarle al paciente el sabor amargo o desagradable que tuviera el medicamento prescrito, lo cubrían con azúcar y luego lo sometían al fuego, creándole una capa protectora. Traigo a colación este símil, porque muchos prefieren que les endulcen todo lo que sea o pueda ser amargo, aunque se trate de la soga que el verdugo le pondrá en el cuello. Es exactamente lo mismo que hacen los embaucadores al estafar a sus víctimas, que les echan cuentos para envolverlos, no obstante lo cual, hay víctimas que defienden a sus victimarios, porque les complace la manera en que les doran las píldoras.
Actualmente atravesamos una crisis profunda, en la cual la credibilidad de los tres órganos del Estado está severamente comprometida. La corrupción, la impunidad, el nepotismo y la justicia selectiva, entre otros de los vicios, que solo ayer eran repudiados, hoy parecieran gozar del beneplácito de quienes tienen el deber de hacer justamente lo opuesto para enrumbar el país por un sendero de decencia y de servicio responsable. Nadie debería disfrazar la realidad; necesitamos identificar a todos los delincuentes, sobre todo a aquellos que tienen el deber de servirnos, descubrámoslos y exijamos castigo.
En la mayoría absoluta de la ciudadanía impera la decencia, el rechazo a la corrupción, en todas sus formas. Podemos construir una sociedad más justa; nuestro silencio es cómplice, pero la indolencia y/o la incompetencia de los gobernantes, para decidir y actuar en consecuencia con la magnitud y la profundidad de la crisis, resulta en extremo recriminable, porque comprometerá el futuro de muchas generaciones... ¿Ud. qué opina?
MÉDICO