• 21/04/2023 00:00

¡Pateó la mesa!

“Hay que sopesarlo como un hecho contundente”

En el año del Mundial y en esa misma jerga, ya los cuartos de final del juego político criollo estaban bien definidos allí, “por la vereda tropical” los equipos y sus -capitanes- se colocaban sus indumentarias para el partido final, los jueces -TE- daban las reglas del próximo encuentro, todo parecía definido. ¡Pues, No! De improviso, casi a punto del silbatazo final, irrumpe en la cancha “un tal” Martín Torrijos, siendo toda una sorpresa, tenaz, con el atrevimiento de un campeón, pateó la mesa, sin más. Para presentarse sin invitación, pero a tiempo para -las elecciones- el gran partido.

Los equipos que ya se veían claros para la final, han de replantearse muchas cosas, este “jugador” no resulta ser un rival fácil, pues, sus ejecutorias le preceden (www.mef.gob.pa), los datos al alcance de cualquier curioso. Es un adversario que es “roncón”, que para el favorito hasta el momento (R. M.) le es un rival que presupone le será difícil, porque para los entendidos M. Torrijos y su administración evacuaron con solvencia una crisis mundial, dejando al país con una economía robusta, fiable con calificaciones tan altas, que se reconocía a Panamá como la Dubái de América, para más “inri” (www.cepal.org) balances de las economías de América Latina y el Caribe.

R. M., de inmediato reconoció y, hay que decirlo, hasta invitó a una charla, porque ambos han sido expresidentes. Con claras diferencias ejecutorias y otras tantas “yerbitas muy, muy aromáticas” que al día de hoy mantienen a R. M. entre juzgados y señalamientos internacionales y algunos juicios en latencia.

Las relaciones internacionales, la proyección lograda por el “muñeco que pasea” les resultan ser una gran vitrina para los momentos pospandemia, donde la economía demanda, pues, de todos los aliados y relaciones posibles, bien construidas en las giras internacionales durante y después de su mandato. A la vista está, la muy buena relación con ese, nuestro principal socio económico, los EE. UU., que, en cuestión de días, le da la bienvenida a través de su embajadora, una relación nada deleznable. Hechos que, ¡vamos!, son de un gran valor, ya que si revisamos que M. Torrijos estuvo distante del acontecer público y político “dejando gobernar”, ajeno a la administración actual, siendo su partido (partido fundado por su padre) y los otros “capitanes” por el contrario, han estado en este juego hace varios años y no han tenido la repercusión nacional e internacional que Torrijos sí en cuestión de días. Hay que sopesarlo como un hecho contundente.

La patada en la mesa ha sido de “capitán”, sí, de esos que toman el balón en el momento más tenso para patear el penal. Inspirando confianza a su equipo (los ministros y asesores que le ayudaron a gestar -quieran reconocerlo o no- una administración que trascendió), hubo, no lo olvido y les invito a que tampoco lo hagan (yo estuve en las calles para aquel entonces) los grandes debates nacionales como: la ampliación del Canal y la Ley de la “Muerte” CSS. Y todo un convulso país. Él pateó el penal, quince años después, el tiempo demostró que fue un buen gol. Se acerca el partido final. ¿Ganará?

Relacionista público.
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