• 09/05/2013 02:00

Recordando a Roberto R. Alemán

El 24 de junio de 1991, el Dr. Roberto R. Alemán, ‘Chato’ para sus amigos, publicó un artículo en el diario Panamá América, el cual titu...

El 24 de junio de 1991, el Dr. Roberto R. Alemán, ‘Chato’ para sus amigos, publicó un artículo en el diario Panamá América, el cual tituló ‘Para encontrar la nación se necesita edificar’. Un conocido empresario había escrito siete días antes un artículo titulado ‘En busca de mi Nación’, en el cual señalaba que en Panamá se vivía ‘en cierta medida de la trampa’, haciendo referencia al centro financiero, que a su juicio lavaba dinero procedente del narcotráfico, a la Zona Libre de Colón, ‘dedicada en importante medida al contrabando’, ‘Un sector profesional dedicado a formar sociedades a cuanto delincuente produce el mundo’ y una flota mercante ‘de conveniencia’.

El Dr. Roberto R. Alemán, presidente de la prestigiosa firma de abogados Icaza, González Ruiz y Alemán, respondió en forma aclaratoria y precisa a ese empresario que consideraba perdida su nación, pues ésta a su juicio, vivía ‘en cierta medida de la trampa’. Alemán hizo una defensa enérgica de su país, al expresar que se sentía orgulloso del Centro Financiero, de la Zona Libre, de la eficiente legislación panameña sobre sociedades anónimas y del desarrollo de la Marina Mercante Nacional.

Los argumentos del Dr. Alemán expuestos en su brillante y patriótico artículo, fueron los siguientes:

1) El Centro Financiero comenzó a crecer gracias a una resolución de índole fiscal dictada en octubre de 1949 por el Ministerio de Hacienda y Tesoro. En la administración de don Ernesto de la Guardia Jr, el Dr. Alemán colaboró con el presidente y con el entonces ministro de Comercio e Industrias, Rubén D. Carles, para adoptar la legislación necesaria para el desarrollo del Centro Financiero. Señalaba Alemán que se comenzaron a construir edificios de oficinas que fueron ocupados por empresas importantes que vinieron a participar del citado Centro Financiero, que se convirtió en ‘timbre de orgullo para los muchos panameños que como abogados, empleados, contadores públicos y en tantas otras capacidades han venido sirviendo al mismo’.

2) La Zona Libre de Colón, creada por el presidente Enrique A. Jiménez, ha tenido un crecimiento espectacular. Ello obedece ‘no solo a la visión de sus fundadores, sino también a los esfuerzos de las muchas empresas que en tal Zona han sabido invertir y arriesgar, y de los muchos trabajadores que en la misma han servido’.

3) La Ley 32 de 1927 sobre sociedades anónimas fue promulgada por don Rodolfo Chiari y por su ministro de Gobierno y Justicia Dr. Carlos L. López. ‘Los tratadistas nos dicen que, en gran medida, la ley fue tomada de la vigente en el Estado de Arizona, Estados Unidos de América’.

Señalaba el Dr. Alemán que la ley panameña sobre sociedades anónimas ‘ha traído positivos beneficios al país. Las empresas más importantes del mundo, tanto de Estados Unidos como de países europeos, han organizado, en una época u otra, sociedades anónimas en Panamá. Fabricantes de automóviles, fabricantes de productos farmacéuticos, empresas constructoras internacionales, petroleras, bancos, empresas de seguros, reaseguradoras, empresas navieras y muchos consorcios internacionales dedicados a otras actividades han utilizado la sociedad panameña para facilitar el manejo de sus actividades internacionales y para establecerse en Panamá. Tal utilización ha generado empleo, bienestar y mejoramiento de su calidad de vida a muchos panameños’.

Agregaba el jurista Alemán en su importante artículo, que ‘El sistema panameño pertinente a la sociedad panameña no es único. El Estado de Delaware, Estados Unidos, Inglaterra, (Channel Islands), Holanda (Antillas), Luxemburgo, Mónaco, Uruguay, Bahamas, Costa Rica y otros países, ofrecen sistemas similares. Sin embargo, las firmas de abogados más importantes del mundo, los bancos internacionales, los corredores de bolsa y en fin, tanto el callado inversionista de Zurich como el bullicioso banquero de Miami, coinciden en que la sociedad panameña es conveniente, porque en Panamá se les da un buen servicio. Esta imagen de buen servicio ha sido creada, a través de los años, por el trabajo continuo de un conglomerado de panameños formado, entre otros, por abogados, (me encuentro orgullosamente entre ellos), notarios, empleados del Registro Público, empleados de correo, secretarias, mensajeros, etc.’. La imagen, añade el eminente abogado, ‘relacionada con un sector importante de nuestra fuente de ingresos’ no guarda relación con quien afirmó que existía ‘un sector profesional dedicado a formar sociedades a cuanto delincuente produce el mundo’

4) El Dr. Alemán defendió finalmente la Ley 8 de 1925, por la cual se estableció el procedimiento para la nacionalización y el arqueo de naves, la cual fue promulgada por don Rodolfo Chiari y por su secretario de Hacienda y Tesoro, Dr. Eusebio A. Morales. Finaliza su interesante artículo expresando que ‘De la Guardia, Carles, Jiménez, Chiari, López, Morales y muchos otros, supieron contribuir a construir y edificar la Nación que muchos hemos sabido encontrar. Su obra continúa cabalgando, por ello se escucha el ladrar, tanto fuera como dentro del país’.

Los conceptos vertidos por parte de quien sobresalió en sus actividades como abogado, negociador, embajador, empresario, político y ciudadano ejemplar, sirven como ejemplar orientación a quienes defendemos el centro financiero internacional y los instrumentos jurídicos que sustentan y regulan su desarrollo y crecimiento.

EXPRESIDENTE DE LA REPÚBLICA.

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