• 30/05/2024 00:00

Reevaluando el turismo en Panamá

a reciente noticia publicada por La Estrella de Panamá, que señala una falta de interés de los inversionistas en el sector turístico panameño, merece un análisis más profundo y equilibrado. Limitar la evaluación del turismo únicamente a la inversión extranjera es una perspectiva reduccionista que no

contempla la complejidad y la diversidad de factores que influyen en esta industria vital. Es crucial reconocer que el turismo no solo se mide por el capital extranjero invertido, sino también por su impacto social y económico en todas las capas de la sociedad panameña.

La industria del turismo en Panamá, como en muchos otros lugares, se está recuperando gradualmente de los devastadores efectos de la pandemia de COVID-19. Esta recuperación es un proceso multifacético que implica no solo la atracción de nuevos capitales, sino también el fortalecimiento de las infraestructuras existentes, la promoción de destinos locales y el desarrollo de estrategias que beneficien a todas las clases sociales.

Comparar el aporte del turismo al PIB con otras industrias como la construcción, logística y comercio es una práctica irrelevante y engañosa. Cada industria tiene sus propias dinámicas, desafíos y formas de contribuir al desarrollo económico y social del país. El turismo, en particular, tiene un efecto multiplicador que no siempre se refleja directamente en las cifras del PIB. Por ejemplo, el turismo promueve la creación de empleos en sectores como la hotelería, restauración, transporte, artesanía y guías turísticos, beneficiando directamente a comunidades locales y fomentando el desarrollo económico regional. Además, el turismo contribuye al intercambio cultural y a la promoción de Panamá como destino internacional, lo que puede atraer otras formas de inversión a largo plazo.

Un aspecto positivo y alentador que vale la pena resaltar es que Panamá acaba de registrar el mejor trimestre de su historia en términos de turismo durante el primer trimestre de 2024. Este logro no es insignificante y demuestra que hay un interés creciente y un dinamismo en el sector que debe ser capitalizado. Además, las proyecciones para finales de 2024 son aún más prometedoras, indicando un crecimiento sostenido y una potencial consolidación de la industria turística.

Sin embargo, es innegable que la industria enfrenta varios retos que deben ser abordados con urgencia. En primer lugar, es esencial diversificar la oferta turística para atraer a un público más amplio y diverso, no solo dependiendo del turismo de lujo o de negocios, sino también promoviendo el ecoturismo, el turismo cultural y comunitario. En segundo lugar, mejorar la infraestructura turística y los servicios asociados, como transporte y seguridad, es crucial para ofrecer una experiencia satisfactoria a los visitantes. Finalmente, es fundamental implementar políticas públicas que incentiven tanto a los inversionistas nacionales como extranjeros, facilitando trámites y ofreciendo beneficios fiscales o subvenciones.

En resumen, es evidente que la industria turística en Panamá tiene múltiples desafíos por delante. Sin embargo, estos desafíos presentan una oportunidad para que las autoridades electas, a partir del 1 de julio, prioricen el turismo en la agenda gubernamental. Es vital que se adopte una visión holística y estratégica que no solo contemple la atracción de inversión extranjera, sino que también fomente el desarrollo sostenible, inclusivo y equitativo del turismo, beneficiando a todos los panameños y potenciando el crecimiento económico del país en su conjunto.

El autor es directivo de la Apatel
Lo Nuevo