Reinas, inteligencia artificial y el futuro

Una de esas noches durante las fiestas de carnavales veía los diversos festejos organizados en los pueblos y las ciudades de nuestro país. Mucha preparación, lujo, organización y, ante todo, gasto o inversión económica para que esas presentaciones quedarán lo mejor posible.

Me llamó sobremanera la atención una entrevista que uno de los medios televisivos le hiciera a una niña de unos cinco o seis años de edad que, según la información, era parte de una familia que tenía entre sus miembros femeninos a varias reinas de carnavales anteriores y habían representado a la mencionada calle (no recuerdo si era de la de arriba o de la de abajo), por muchas décadas. La niña, bien instruida le dijo al entrevistador que ya se tenía programado que ella sería la Reina de su “Calle” para los carnavales del año 2038.

En realidad, no me sorprendí, sabiendo la seriedad con que esas comunidades planifican estos festejos. Así seguramente había sido con su madre, sus tías y sus abuelas en el pasado y, hay que saber que entre las “dinastías” familiares que han reinado en el pasado, en los carnavales de esas calles y pueblos, tiene planificado esa programación desde ahora hasta el 2038 cuando le toca a la hermosa y desenvuelta niña de la entrevista.

Seguramente esas familias tienen planificado el camino profesional que esa y otras niñas también recorrerán durante sus años de formación. No hay porque dudarlo. Hay formidables lecciones de organización que creo que de ellos podemos copiar con miras a planificar el futuro de esta y la siguiente generación de panameños.

Por esos retos que me preocupan y que he expuesto en este y otros espacios por muchos años, en eso pensé: el futuro de la juventud y los retos que tendrán.

El historiador Yuval Noah Harari, en su libro titulado “21 Lecciones para el Siglo XXI” (2018), se refirió en detalle a los cambios tecnológicos en franco desarrollo e implementación y lo que significa para los humanos en términos de mirar el futuro y reorganizar sus expectativas laborales y profesionales ante estos cambios. Aunque muchos no lo crean, es un asunto de supervivencia y de entender que lo que se hace en nuestro pequeño mundo para ganarse la vida hoy, tendrá poco valor para las generaciones en formación en un escenario global más competitivo y frente a la creciente incursión de la Inteligencia Artificial (IA) en todas las áreas creativas y de productividad.

Mucho hemos mirado la IA con recelo y sospecha; con mucha preocupación, pero visto desde una perspectiva positiva e inevitable, propone un mejoramiento de las condiciones de vida de las personas si es utilizada de manera responsable,

Harari sostiene a fondo que con la implementación de la IA, todas, absolutamente todas las áreas profesionales, técnicas de creatividad y producción evolucionaran seámaticamente de ahora al año 2050, el mismo periodo que le tocará a la entrevistada reina del 2038 prepararse para su reinado y, paralelamente, para ganarse la vida.

Si en Panamá estamos atrasados en materia educativa por unas cuantas décadas, preparar a los jóvenes para enfrentar esta realidad, es una odisea impensable.

Introducir programas de IA al proceso educativo ayudará enormemente a redefinir las áreas educativas necearías para el desarrollo y crecimiento de los países. Los expertos señalan que, para el éxito de los estudiantes, ls IA “puede realizar procesos ininterrumpidos de Análisis Predictivos al analizar varios puntos de datos, como el rendimiento académico, las preferencias curriculares, la asistencia y el compromiso, y ajustar con estrategias de apoyo específicas para ayudar a estos estudiantes a tener éxito”.

Además de: “Realidad virtual y aprendizaje inmersivo, Rutas de aprendizaje personalizadas, Calificación y comentarios automatizados, unos programas de IA bien diseñados, pueden brindar asistencia personalizada a los estudiantes, ofreciendo comentarios, explicaciones y recursos adicionales en tiempo real en función de su desempeño. Estos sistemas pueden adaptarse al progreso de los estudiantes, refinando continuamente la experiencia de aprendizaje y brindando apoyo específico cuando sea necesario”.

El futuro que nos diseñan desde otras latitudes no es sencillo, o nos alineamos o quedaremos rezagados como sociedad. Con solo pensar en los cambios de actitud de los educadores o incluso de los padres de familia, en favor de nuevos modelos mentales, hace mucho más difícil asimilar lo difícil que será el camino hacia el futuro. Si logramos encaminarnos como sociedad, lo más probable es que con la ayuda de la —iA, después de los Carnavales de 2038 podrán escoger a las reinas de entre todas las merecedoras mujeres de calle arriba o calle abajo.