• 01/06/2017 02:01

Politiquería... nociva para la salud

Sería una gran insensatez rebasar la morbilidad por imprudencia.

En el Panamá actual, junio 2017, atravesamos una crisis generalizada, en la cual, lo sobresaliente es la falta absoluta de credibilidad, lo que, sumado a la inobjetable incompetencia, explica la parálisis funcional del Estado. Quien debiera ser el primer servidor público cometió la ligereza de disponer el pago de una cirugía bariátrica al jefe del Consejo de Seguridad; sin embargo, al enterarse del rechazo ciudadano, respondió que estaba facultado para tal decisión y además, que ¡no tenía tiempo para responder críticas! Pero como el repudio continuó, probablemente a fin de acallar las protestas, hizo un llamado público para que todos los pacientes que tuvieran una operación pendiente se metieran a un hotel y no salieran de allí hasta haber sido operados. Pero, lo increíble, es que las autoridades de Salud, en vez de aclararle las cosas al superior jerárquico y advertirle sobre la imposibilidad de cumplir su propuesta, sin disponer de información precisa sobre la mora quirúrgica, escenificaron un espectáculo cuasi parvulario; tratando de vender como bueno el supuesto programa. Y, ahora, contra toda lógica, se anuncia que trabajarán jornadas extraordinarias y de manera voluntaria, etc. Cualquier médico, medianamente informado sabe que:

1.- Todo acto quirúrgico implica riesgos, de grado variable, que deben manejarse con responsabilidad. Cada paciente cuya cirugía ha sido pospuesta debe ser reevaluado, por la alta probabilidad de que su enfermedad haya progresado y presente cambios que incluso exijan una cirugía distinta a la inicialmente planteada. Es decir que todos estos pacientes deben ser evaluados cuidadosa e integralmente; incluyendo la determinación del riesgo quirúrgico y del riesgo anestésico; en medicina la precipitación multiplica riesgos y reduce las probabilidades de recuperación. Sería una gran insensatez rebasar la morbilidad por imprudencia.

2.- Toda cirugía debe ser programada, lo que implica la actualización de los parámetros clínicos, de los estudios de imágenes, así como los exámenes hematológicos, bioquímicos, bacteriológicos, etc., la disponibilidad de sangre compatible en el banco. Y además, la infraestructura hospitalaria debe estar en condiciones que garanticen la máxima seguridad, tales como el número de salones de operaciones disponibles; el recurso humano (cirujanos anestesiólogos, enfermeras, auxiliares, instrumentistas, etc.). Las unidades de recuperación y los servicios de cuidados intensivos posquirúrgicos. Y además, la disponibilidad de camas para la recuperación en sala; lo que implica igualmente personal calificado. Además, el equipo debe estar en óptimas condiciones de funcionalidad (máquinas de anestesia, monitores, ventiladores, etc.); el instrumental quirúrgico debidamente esterilizado, cosa imposible si los esterilizadores no funcionan, como ocurre frecuentemente. Igualmente los medicamentos y los insumos quirúrgicos (sondas, catéteres, gasas, suturas, etc.).

Afortunadamente primó la sensatez en la población y no se supo de un solo paciente que, atendiendo el llamado del presidente, se hospedara en hotel alguno, a esperar la cirugía. Podría tratarse de una improvisación más, que ningún médico, responsablemente, debería avalar; excepto demostración en contrario, luce como una iniciativa politiquera. Entendámoslo, mientras persistan las condiciones calamitosas prevalecientes en cuanto a las instalaciones físicas, el estado de los equipos y la falta de medicamentos, insumos y suministros, recuperar la mora quirúrgica y además mantener el servicio regular, es una fantasía. Esperemos que lo que se pretenda no sea dilapidar recursos o derivarlos al mismo destino que han tenido los fondos de la partida discrecional. Según reza una cita, de autor desconocido: ‘El primer acto de corrupción que un funcionario comete es aceptar un cargo para el cual no tiene las competencias necesarias'. Sería una gran irresponsabilidad no hacer lo que se debe y peor aún, para tratar de cumplir un sueño imposible. Los problemas de salud son de orden técnico, que exigen, por tanto, una respuesta técnica, científica, no improvisada; ¿usted qué opina?

MÉDICO

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