• 03/09/2013 02:00

Son los lobos, y quien galopa lo sabe

Creer que la calumnia, el desprestigio social o bien la explotación morbosa de aspectos de la vida privada de un candidato son valores a...

Creer que la calumnia, el desprestigio social o bien la explotación morbosa de aspectos de la vida privada de un candidato son valores aceptables en una contienda electoral, es un grave síntoma de degradación social.

Quienes impulsan estos métodos son personas que en su desesperación de no contar con planes concretos, hacen de la campaña sucia una herramienta fundamental en su arsenal de mentiras y malas intenciones.

Irónicamente nos vienen a la memoria las imágenes de un presidente iracundo exigiendo a los medios ‘respeto’ a sus familiares (envueltos en casos de nepotismo y negocios con el Estado) y al mismo tiempo un periódico que para nadie es un secreto su alineación con la doctrina oficialista, dedica una primera plana a la vida privada del candidato a alcalde José Isabel Blandón, que, si bien es una terrible falsedad lo que de él se dice, lo que nos importa resaltar es el hecho en sí mismo de reducir la contienda electoral al insulto, la mentira, y la agresión sicológica, no solo del candidato, sino de su familia, que sufre igualmente la sacudida de los ataques.

La familia es algo sagrado, es la base de nuestra sociedad y al agredirla de esa forma el mensaje que se envía es que ya no importa si es su esposa o esposo, sus hijos o sus suegros, sus abuelos, todos dentro de esta visión torcida de una campaña electoral son objetivos legítimos a la hora de enlodar la honra y la dignidad del candidato o candidata.

Esta conducta, a mi juicio, es nociva para la democracia, equivale a los manguerazos en la espalda desnuda de un ciudadano, a una mazmorra, a la bofetada de un coronel o el insulto del paramilitar, pues lo que busca una campaña sucia en contra de un candidato es el desistimiento, la claudicación de sus ideas y la desaparición de sus intenciones.

Pero José Isabel Blandón ha salido más fortalecido de esta situación, ya que la población ha reaccionado de una manera madura y sabia; si quienes inducen este tipo de campañas son medianamente inteligentes, se darán cuenta de que la ciudadanía está sedienta de propuestas, de planes de trabajo y voluntad de servicio público, puntos que Blandón ha desarrollado con creces, y es lo que explica por qué el debate se ha llevado a los círculos más profundos de las campañas sucias.

Blandón no está haciendo campaña, está trabajando por su ciudad, lo vemos en sus cabildeos, en las reuniones permanentes, siempre con la frase ‘participación ciudadana’ en sus manos, que hoy nos entregan una visión de ciudad muy distinta y de avanzada, que estoy seguro todos los que vivimos en la comuna capitalina anhelamos para nuestra hermosa ciudad.

Decía El Quijote a Sancho que no se preocupara del ladrar de los perros, pues era señal de que cabalgaban; en Panamá es ligeramente distinto, no son los perros, son los lobos y quien hoy galopa lo sabe.

*SECRETARIO NACIONAL DE COMUNICACIÓN DE LA JUVENTUD DEL PARTIDO POPULAR.

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