• 09/12/2011 01:00

Triste destino el del tirano

La historia no es benévola con el tirano. Su final no es nada tranquilo. No importa el tiempo que ostente el poder, eventualmente será d...

La historia no es benévola con el tirano. Su final no es nada tranquilo. No importa el tiempo que ostente el poder, eventualmente será derrocado, de manera violenta, la mayor de las veces, por golpes militares, guerras civiles, revueltas populares, ejecución o atentados mortales. Los de mejor suerte se suicidan. Pocos los casos que mueren por causas naturales; más raras aun, cuando estas suceden en su país; mueren lejos, en el exilio, mal recordados. Triste sino el del tirano. Morir repudiado por su pueblo.

El MAN no escapa su triste destino. Sin embargo, compartirá con Franco, Pinochet y Duvalier la rara excepción de una eventual muerte por causas naturales en su país. Su retorno trágico y la suerte final de otros tiranos de este Pueblo de América, como abajo expongo, que sirvan de lección histórica.

Porfirio Díaz (1830—1915). Gobernó México desde 1876 a 1915, derrocado por la Revolución Mexicana, la primera revolución popular de la historia moderna, muere exiliado en Francia.

Getulio Vargas (1882—1954). Brasil — Asume el poder en 1930 respaldado por un golpe militar, lo mantuvo hasta 1945; fue electo una segunda vez, 1951—1954; estuvo 18 años en el poder. Se suicida en 1954.

Fulgencio Batista (1901—1973). Cuba — Toma el poder por primera vez en 1933 en un golpe de Estado, gobernó hasta 1944 y luego una segunda vez de 1952 a 1959, cuando fue derrocado por la Revolución Cubana. Huye a España donde muere.

Marcos Pérez Jiménez (1914—2001). Toma el poder en 1952, lo ejerce hasta 1958 cuando es derrocado por una revuelta popular, huye a los Estados Unidos, en 1963 es extraditado a Venezuela y encarcelado. Eventualmente es liberado por cumplir los años de condena en espera de juicio y exilado a España donde muere.

Alfredo Strossner (1912—2006). Ejerció el poder en Paraguay por 35 años, solo Fidel Castro ha superado ese record. Fue derrocado en 1989, por un golpe de Estado, huyó a Brasil donde termina sus días.

Rafael Leónidas Trujillo (1891—1961). Gobernó la República Dominicana desde 1930 hasta su asesinato en 1961, un periodo conocido como la Era de Trujillo, considerada el periodo de dictadura más sangrienta de América, sus muertes se estiman en 50,000 víctimas.

Dinastía Duvalier — Haití. Se inicia en 1957, cuando Francois Duvalier (1902—1971), Papa Doc, es electo presidente, que en 1964 se autoproclama presidente vitalicio hasta su muerte en 1971. Trágicamente famoso por instituir un fuerte culto a su personalidad, la práctica oficial del vudú y creación de las milicias populares, los Tonton Macuote, responsables por las 30,000 víctimas de la dictadura. Sustituido a su muerte por su hijo, Jean—Claude, Baby Doc (1951), que gobernó hasta 1986, cuando fue derrocado por una revuelta popular y exilado en Francia. Recientemente ha retornado a su país para seguir sin éxito una nueva aventura política.

Dinastía Somoza. Los Somoza, Anastasio, padre (1896—1956), Luis (1922—1967) y Anastasio, hijo (1925—1979), gobernaron Nicaragua de 1936 a 1967. Anastasio, padre, muere en el Hospital Gorgas, víctima de un atentado en su país; Luis sufre una prematura muerte por paro cardiaco y Anastasio, hijo, muere en un atentando en el exilio en Paraguay.

Seguramente me quedo corto de ejemplos para reforzar mis argumentos sobre el inexorable triste final de los tiranos; alejándome de América, podría relatar lo sucedido a Hussein, Gadafi y menos trágico, todavía, con Mubarak, pero bastan los ejemplos de los viejos tiranos de nuestra América. Sin embargo, lo más irónico de todo este relato es que no obstante bien conocida la triste realidad del sino de los tiranos, aun no sirve de lección a este Pueblo de América y seguimos engendrándolos.

BANQUERO Y EX DIPLOMÁTICO.

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