Decenas de famosos alabaron este lunes el estilo de los dandis negros y lucieron conjuntos de sastrería extravagantes en su honor en el preludio de la...

Transitamos en una crisis que mezcla un descontento profundo ante las grandes deudas sociales que tiene un Panamá profundamente desigual, junto a las recientes políticas del gobierno que han generado rechazo en sectores importantes de la población. Uno de esos temas, la reforma a la Caja de Seguro Social, es un desafío complejo y que inicialmente fue visto como un paso valiente del presidente José Raúl Mulino para enfrentar un problema que las administraciones anteriores evitaron por el costo político. Ese comienzo loable se ha convertido ahora en un problema social y político, al no construirse sobre la base de un consenso real que expresara un pacto nacional por la seguridad social. La iniciativa, además, debió estar acompañada de una estrategia de comunicaciones que involucrara a todos los actores, con debates y resultados vinculantes. Eso no ocurrió y hoy el país cosecha esas consecuencias. La comunicación del Estado no es simplemente mandar comunicados o implantar líneas oficiales en redes sociales, implica también construir puentes de entendimiento con los ciudadanos. ¿Está la población escuchando la propuesta del gobierno? Urge un golpe de timón para encaminar al país y salir de este impasse que tanto afecta a la gente y economía de Panamá. Mientras más dilatemos el diálogo, más difícil será construir los acuerdos para superar la crisis.