• 18/08/2015 02:00

Libre expresión, su defensa y Panamá

Cuando el periodismo pierde su espíritu crítico, informativo y de libre expresión, se convierte en un rehén del poder. 

Cuando el periodismo pierde su espíritu crítico, informativo y de libre expresión, se convierte en un rehén del poder. Basta fijar la mirada en lo que está sucediendo desde hace varios años en México, para comprobar esta premisa. La inexistencia de condiciones para informar libremente es palpable en el país azteca, mientras que los instrumentos y procedimientos bajo los cuales se lidia una batalla diaria y silenciosa entre la libre expresión y el poder enquistado a manera de zares que manejan con el imperio del dinero, el soborno y la corrupción, ya ha cobrado numerosas víctimas del lado de quienes ejercen la sagrada misión informativa, sin prejuicios ni temores. El alto nivel de represión y censura en el periodismo mexicano es notable, con intereses económicos y vinculaciones al ilícito convierten al periodista casi en un ser en vías de extinción; la crítica desaparece, imponiéndose así el silenciamiento de la prensa bajo fórmulas que incluyen arrebatarle la vida a quien se atreva a desafiar con su pluma o el micrófono el estatus imperante. Los últimos acontecimientos alrededor de periodistas en nuestro país están aún lejos de la crudeza mexicana, pero paulatinamente parecen llevarnos a una situación indeseable, donde criticar y señalar los entuertos conlleve como sanción la censura de las mazmorras. Esperamos equivocarnos, y lo decimos con absoluta sinceridad.

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