La mafia eléctrica

La energía eléctrica es de vital importancia para la economía de cualquier nación. Y en un país donde se pondera la libre competencia, la lógica indica que las autoridades del sector eléctrico dediquen sus esfuerzos por lograr el más eficiente servicio para la sociedad. Sin embargo, hoy la situación es trágica, porque las diversas autoridades —pero más las actuales— lo que han hecho es permitir el negocio de las mafias. El mundo ha avanzado en la producción de energía eléctrica limpia, pero aquí no hay un solo intento para ir reemplazando esas plantas obsoletas por las nuevas tecnologías. Si a ello añadimos que patrocinan los intereses económicos, no cabe duda de que Panamá está condenada al atraco de bandidos. Pero la situación debe cambiar, porque el pueblo ya se dio cuenta de que la energía eléctrica se vende al público a un precio casi el doble de lo que debe costar. La mafia de la energía eléctrica es tan leonina como la mafia de los medicamentos que, engordadas por las autoridades, han hecho presa a la población. Un país que se respete, pone personas especializadas en la materia en las entidades reguladoras de los servicios públicos, para que promuevan una verdadera competencia. Y es que el país no puede ni debe seguir sometido a los intereses económicos. Para desarrollarse, necesita que haya equidad y justicia y en el sector eléctrico; hoy, lo que hay es una mafia que esquilma a los panameños con el patrocinio de las autoridades. ¡Así de simple!