Los dineros del pueblo

No es poca la información que con respecto al escandaloso caso de Cobranzas del Istmo han divulgado los medios de comunicación. Quedando bastante claro que el ensayo de autorizar a un tercero a cobrar impuestos se convirtió en un fiasco mayúsculo. Tampoco hay dudas sobre que dineros que deben estar en el Tesoro Nacional han ido a parar al bolsillo de algunos inescrupulosos que nunca pensaron que esta trama sería destapada. A pesar de toda esa información difundida, incluso de la contundente actuación de la Dirección General de Ingresos (DGI) al ordenar un secuestro por defraudación fiscal mayor a cuarenta millones de dólares, el Ministerio Público —en este caso— se ha conducido con una parsimonia en momentos difíciles de entender. Sin embargo, pareciera que ha empezado a girar la rueda de la justicia para los implicados en este atraco. Ahora, la ciudadanía —que se ha mostrado paciente— espera que, concluido el trabajo inicial del Ministerio Público, las acciones conducentes a llevar a los responsables ante la justicia sean ejecutadas con mayor celeridad y que toda la verdad sea descubierta, asegurando que no sea ilusoria la recuperación de esos dineros del pueblo.