• 30/12/2010 01:00

Reformas

En medio de una vorágine de acontecimientos que sacuden las fuerzas del Estado, el gobierno anuncia reformas constitucionales. Para el b...

En medio de una vorágine de acontecimientos que sacuden las fuerzas del Estado, el gobierno anuncia reformas constitucionales. Para el buen entendedor, este anuncio no es más que una cortina de humo para cambiar el peso de la opinión pública que, cual huracán, está sacudiendo a personeros gubernamentales. Los cables de WikiLeaks, el escándalo en el Ministerio Público, la renuncia del secretario de Comunicación del Estado, la batalla interna en la alianza por la candidatura presidencial del 2014, son unos ejemplos. Pero al margen de este análisis, la reforma constitucional podría ser una oportunidad para hacer los cambios que necesita nuestra carta magna y que aún nos atan al pasado militarista. Es cuestión de convocar a todos los sectores y sin condiciones, consensuar los cambios necesarios. Ojalá esto no sea una cortina de humo y que la politiquería barata siga reinando en el país.

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