• 15/01/2012 01:00

El tema de fondo

El pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Panameña debe ser tomado por toda la sociedad como un timbrazo de alerta, para evitar que...

El pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Panameña debe ser tomado por toda la sociedad como un timbrazo de alerta, para evitar que cuestiones sencillas terminen por llevarnos a las puertas de una distorsión social. Los obispos han advertido que el esquema en el que se desarrolla nuestra vida política y socioeconómica no soporta más abusos. Pero los señalamientos del clero no deben interpretarse únicamente como un llamado a quienes desde el poder parecen poco interesados en construir consensos y liderizar al país hacia destinos de concordia. El llamado de la Iglesia es general, habla a gobernantes y gobernados; oficialismo y oposición; obreros y empresarios, dejando claro que tenemos una responsabilidad: cuidar el avance institucional de nuestro país y procurar mejores días para las futuras generaciones. El mensaje habla de un tema de fondo que poco se escucha en los debates politiqueros, del último tiempo. Es necesario distribuir las riquezas del país equitativamente entre todas las capas de la sociedad, y no se trata de regalar recursos o apadrinar mediocridad, sino de convertir esos recursos en oportunidades. Cualquier otra cosa es una burla al pueblo.

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