Mirándonos en ‘esos' espejos...

Panamá cumple este diciembre escasos 28 años de haber retornado al sistema democrático, tras 21 años de dictadura que a su vez fue precedida por periodos bastante ‘intranquilos' políticamente... Hoy, uno de los problemas más grandes que tiene nuestra sociedad es la desesperanza que causa el que de todas partes sale un tentáculo de la corrupción en todas sus formas que roba bienestar al pueblo panameño. La corrupción es un cáncer social que ha hecho metástasis tantas veces ya. Cada cierto tiempo nos estrenamos con un nuevo escándalo, sin haber siquiera logrado que se nos informe sobre los hallazgos de los escándalos anteriores. La credibilidad de la clase política está en números rojos, pocos le creen y una gran cantidad de los que apoyan a candidatos o partidos lo hace por el particular interés de ‘lo que hay para mí'... La corrupción está por doquier y de ella se alimentan, no solo los que sacan beneficio para sus bolsillos, sino los falsos mesías que, como vemos en países hermanos, pescan en el río revuelto por la desesperanza, las carencias y la impotencia. Cuidado..., defendamos nuestro Estado de derecho, nuestras leyes, la Constitución, aunque necesite cambios; la mejor forma de hacerlo es que haya JUSTICIA, pues sin JUSTICIA no hay democracia que se sustente.