Golpe de Timón

Los partidos políticos ya tocaron fondo. La gran mayoría de la población no cree en ellos. Sin embargo, son ellos los encargados de administrar el gobierno del Estado. La espiral de corrupción que ha envuelto a los gobiernos ha llegado a niveles inconcebibles. El transfuguismo, dado en todos los niveles, es una clara señal de que los miembros de los partidos priorizan sus intereses personales al interés colectivo. Hay un alto sentimiento de indefensión y de frustración en la comunidad. Pero tal vez peor, de desesperanza. En el mundillo de los partidos políticos no hay ningún signo de cambio. Esto está llevando a ciertos sectores a considerar incluso el papel del Estado. Si el mismo sigue gobernado por partidos políticos, agotados por su ineficiencia y oportunismo, qué le espera a la población. Los partidos políticos no sólo han cavado su tumba, sino que también arrastran al Estado. Ojalá los dirigentes actuales reflexionen y hagan un cambio o la sociedad sabrá dar el golpe de timón.