• 10/07/2012 02:00

El gran engaño

Cuando la publicidad, el poder y la política se juntan con poca transparencia resultan en un coctel engañoso. En Panamá estamos observan...

Cuando la publicidad, el poder y la política se juntan con poca transparencia resultan en un coctel engañoso. En Panamá estamos observando un inexplicable aumento de publicidad política. Algunas son estatales y otras son una especie de operación encubierta (campañas sucias), ideadas desde las esquinas del poder. Pero las que despiertan suspicacias son las que por estos días están pautadas en los medios electrónicos por el Ministerio de Desarrollo Social, con el ministro del ramo como actor principal. ¿Puede un jefe de cartera ‘apropiarse’ de los programas sociales de su institución para promocionarse personalmente con objetivos políticos? Todo funcionario está obligado a cumplir con los roles para los que fue designado, pero no debe sacar provecho para sí, pues faltaría a la ética pública. Aunque los gobiernos tienen derecho de difundir sus logros y tareas, los ministros no deben aprovecharse de esto para promoverse cual mesías salvador o ángel guardián. Nos invade un adelantado ambiente preelectoral y estas cuñas estatales no cumplen con los principios de transparencia política.

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